Con el afán de mejorar los aspectos de la nutrición vegetal, se dan a conocer avances novedosos sobre la aplicación práctica de elementos benéficos como el Titanio, Silicio, Níquel, Cobalto y Selenio en la Agricultura.
Las bacterias promotoras de crecimiento en las plantas (PGPR), son un grupo de diferentes microorganismos que pueden incrementar el crecimiento y la productividad vegetal,
Hoy en día los consumidores están más informados y preocupados por estos aspectos y reclaman al sector agrícola tomar cartas en el asunto. Una de las herramientas disponibles es producir mediante la Agricultura Orgánica.
Los nutrientres en los que invertimos para maximizar los rendimientos, calidad de los frutos y rentabilidad no trabajan aisladamente, sino que funcionan en un proceso de interacción compleja.
Para entender el complejo mundo de la nutrición vegetal y mantener a las plantas creciendo sanamente requerimos entender sobre las funciones que tiene cada nutrimento y la interacción entre ellos.
El HLB es considerado como la enfermedad más destructiva para los cítricos en el mundo, debido a la severidad de los efectos sobre la productividad, la rapidez con la que se dispersa y porque afecta a todas las especies de cítricos.
En muchos cultivos una adecuada polinización de la flor es indispensable para obtener frutos de buena calidad. La principal estrategia para promover esto es el uso de abejorros del género Bombus.
Las gramíneas son en particular plantas acumuladoras de silicio (Si) en los tejidos vegetales. Cuando hay un incremento en la aplicación del Si hay un aumento proporcional de este elemento en las hojas de las plantas de sorgo, arroz y maíz.
Numerosos estudios han demostrado que los nuevos híbridos de maíz demandan mayor cantidad de nitrógeno que las variedades antiguas especialmente después de la floración.
Implementar los sensores ópticos en los cultivos requiere que los agricultores piensen de una manera diferente sobre el proceso de aplicación así como los beneficios que estas tecnologías traen.