Aspectos clave para alcanzar altos rendimientos y la competitividad
La calidad nutrimental y la sanidad de los alimentos son demandas cada vez más fuertes por parte de la sociedad. Hoy en día los consumidores están más informados y preocupados por estos aspectos y reclaman al sector agrícola tomar cartas en el asunto. Una de las herramientas disponibles para lograr tal anhelado objetivo es producir mediante la Agricultura Orgánica, cuyo sistema ofrece estas bondades.
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Sin embargo, producir mediante la Agricultura Orgánica y obtener altos rendimientos es un verdadero reto, debido a la complejidad del manejo de la nutrición vegetal y la fitosanidad, un agricultor que desea cultivar con esta técnica o que ya se encuentra trabajando con ella debe entender aspectos como:
Fuentes:
Macías, P., E. 2012. Experiencias prácticas en agricultura orgánica. Instituto para la Innovación Tecnológica en la Agricultura (INTAGRI). México.
La agricultura orgánica es una estrategia de desarrollo que trata de cambiar algunas de las limitaciones encontradas en la producción convencional, se fundamenta no solo en la mejora del suelo y un fomento al uso de insumos locales, sino también un mayor valor agregado a los productos finales. Para lograr que los agricultores de hortalizas orgánicos cumplan con cada uno de los aspectos que debe tener un sistema de producción orgánica es importante que estén actualizados en las técnicas más actuales sobre el manejo de cultivos.
El cobre (Cu) es un elemento esencial para el crecimiento de las plantas; sin embargo, estas mismas lo requieren en pequeñas cantidades, es por ello que se clasifica dentro de los micronutrimentos. La función principal del Cu en la planta es la de participar como coenzima en varios sistemas enzimáticos involucrados en la formación y conversión de aminoácidos, así como en la desintoxicación de radicales superóxido.
El hierro (Fe) es un micronutriente esencial para las plantas, ya que desempeña funciones claves en la síntesis de clorofila, mantiene la estructura de los cloroplastos y la actividad enzimática. La deficiencia de hierro, comúnmente conocida como clorosis férrica es uno de los desórdenes nutricionales más importantes que afecta a cereales, hortalizas y frutales, limitando su rendimiento.