La variabilidad de la humedad del suelo afecta directamente el crecimiento de las plantas, con una baja absorción de agua se reduce también la absorción de nutrientes y el cultivo lo expresa en una menor tasa de crecimiento y por ende menor rendimiento.
Generalmente, cuando se habla de problemas respecto a la humedad del suelo pensamos en condiciones de escasez de agua; sin embargo, un exceso de humedad puede dañar a los cultivos drásticamente. Esto suele pasar en el cultivo del maíz en temporada de lluvias, el agua se acumula en las parcelas y si el terreno no tiene un buen drenaje, se presentan condiciones de anoxia (falta de oxígeno) en el sistema radical y en cuestión de días las hojas cambian a color amarillo y su crecimiento se reduce notoriamente.
Generalmente, cuando se habla de problemas respecto a la humedad del suelo pensamos en condiciones de escasez de agua; sin embargo, un exceso de humedad puede dañar a los cultivos drásticamente. Esto suele pasar en el cultivo del maíz en temporada de lluvias, el agua se acumula en las parcelas y si el terreno no tiene un buen drenaje, se presentan condiciones de anoxia (falta de oxígeno) en el sistema radical y en cuestión de días las hojas cambian a color amarillo y su crecimiento se reduce notoriamente.
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Fotos: Corn&soybean digest
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Cuando el suelo se satura de agua por más de 1 o 2 días, la deficiencia de oxígeno causa una reducción rápida de la absorción de nutrientes y los pelos radicales (responsables de la absorción nutrimental) empiezan a sufrir pudriciones. Ayuda un poco a mitigar los daños si las temperaturas no exceden del promedio en la región ya que el agua fresca contiene mayor concentración de oxígeno. Además, las plantas en su etapa vegetativa tienen una mayor habilidad de recuperarse de los daños en el sistema radical una vez que el suelo se haya drenado.
Un cultivo de maíz con un buen color, indica una buena actividad del sistema radical y un suplemento adecuado de nitrógeno, este es otro factor que ayuda a las plantas a recuperarse del estrés por exceso de humedad. Aunque muchos agricultores se preocupan demasiado cuando esto sucede en etapa vegetativa; no hay evidencias que demuestren que la reducción de la tasa fotosintética en este corto periodo afecte significativamente el rendimiento total. Si el daño es en etapa de floración o después de la emergencia de las plantas, en estos casos los daños pueden ser irreversibles.
Suelos inundados y requerimientos de Nitrógeno
Independientemente de cuánto tiempo las plantas se exponen al exceso de humedad, la interrogante será qué tanto el agua afectó la disponibilidad de Nitrógeno en el suelo y si esto puede abastecer la necesidad de las plantas, pues los suelos con altas temperaturas y saturados de humedad pierden Nitrógeno a través de la desnitrificación. En la mayoría de los casos la pérdida es elevada, esto es más grave en suelos con un pobre drenaje. En suelos con mejor drenaje la desnitrificación no afecta, en este caso las pérdidas de Nitrógeno se dan por percolación, el agua puede mover el N fuera del alcance de las raíces.
Un cultivo con un buen sistema radical, creciendo en un suelo con 3% de Materia Orgánica (MO), la mineralización durante la etapa media de crecimiento provee un porcentaje considerable del N requerido por el cultivo. Esto quiere decir que si el suelo es rico en MO puede abastecer N suficiente para el cultivo, incluso si se dan pérdidas por inundación del suelo. Aunque podemos medir la concentración de N en el suelo o aplicarlo al cultivo o parte del cultivo donde muestre deficiencia, es recomendable esperar algunos días para ver si las plantas recuperan su verdor antes de gastar.
Fuente:
La semilla de maíz proporcionada a los agricultores posee características genéticas mejoradas, como el alto potencial de rendimiento y combinaciones de caracteres únicas para combatir las enfermedades y condiciones adversas en el cultivo. Sin embargo, la calidad de la semilla híbrida depende fundamentalmente de los métodos de producción que se utilicen en campo, los cuales deben cumplir con normas que garanticen la calidad y la implementación de un manejo agronómico apropiado.
Para lograr un alta productividad y longevidad del cultivo de tomate es necesario que se encuentre en balance entre su crecimiento vegetativo y generativo. Para lograr el balance del cultivo, se requiere el monitoreo constante del crecimiento de la planta. Al saber “leer” a la planta con datos objetivos y cuantificables se puede determinar en una etapa del cultivo si las plantas están en balance, demasiado vegetativas o demasiado generativas.
La planta de vid es originaria de una zona de clima templado, es decir, con las cuatro estaciones del año bien marcadas. A través de los tiempos la Vid adaptó sus mecanismos y así, lograr pasar una estación muy adversa para sus tejidos más blandos (toda la parte verde del vegetal que se llama canopia). Así la planta durante el otoño tiene que “endurecerse”, tirar las hojas, acumular energía y nutrientes en troncos y raíces y “abrigarse” para pasar el invierno, hasta que vuelvan mejores condiciones de temperaturas para que se reinicie su ciclo.
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