Como un hecho sin precedentes, el próximo 7 y 8 de diciembre de 2015, 24 ingenieros agrónomos procedentes de Costa Rica, Venezuela, Guatemala, España y México harán la defensa de sus trabajos para obtener el grado de Máster en Producción Hortofrutícola de la Universidad de Almería, España. El jurado evaluador está presidido por los doctores Julio Cesar Tello y Francisco Camacho de la Universidad de Almería, quienes viajarán a México. Los vocales miembros del jurado son la Dra. Victoria Huitrón, y los doctores Javier Castellanos y César Aguirre.
El ion nitrato tiene carga negativa y, por tanto, no puede ser retenido por las arcillas, es fácilmente transportado por el agua. Las láminas de agua excesivas o lluvias abundantes favorecen su arrastre hacia estratos inferiores del suelo, fuera del alcance de las raíces. Esto representa pérdidas económicas para el agricultor, tanto por el desperdicio de nutrimentos como por la disminución del rendimiento. Adicionalmente, la lixiviación de nitratos tiene mayores consecuencias negativas, generando daños a la salud y contaminación de acuíferos. Para mitigar este problema se debe tener un manejo muy cuidadoso del riego y de los fertilizantes nitrogenados.
La principal causa de clorosis férrica en los cultivos es la alcalinidad de los suelos, pues existe un antagonismo entre los carbonatos y el Fe en los suelos. El pH de un suelo determina la disponibilidad de Fe y de otros micronutrientes al afectar su solubilidad. El Hierro es el micronutriente más afectado por esta razón ya que por cada unidad de aumento del pH (entre 4 – 9) su disponibilidad se reduce en 1000 veces, mientras que la disponibilidad de Mn, Zn y Cu disminuye en 100 veces por cada unidad de incremento en el pH.
El boro (B) es un micronutriente esencial para las plantas y cuando se encuentra deficiente, diversas funciones y procesos fisiológicos se deterioran en las plantas. Desempeña un papel fundamental en la estabilidad de las paredes y membranas celulares, donde el 90 % del B contenido en la planta se asocia con la pared celular, al formar enlaces con pectinas y polisacáridos.
Los cultivos bajo invernadero son cultivos de producción muy intensiva, donde se recomienda buscar estrategias que permitan tener datos nutrimentales en campo en el menor tiempo posible, análisis que indiquen el estado nutricional en un momento preciso. Para ello se usa el análisis de extracto de pasta, el análisis de extracto de peciolo y el análisis de drenajes en caso de cultivos hidropónicos.
Los bioestimulantes independientemente de su contenido de nutrientes, pueden contener sustancias, compuestos y/o microorganismos, cuyo uso funcional, cuando se aplican a las hojas o en la rizósfera, es mejorar el desarrollo del cultivo y consecuentemente el rendimiento, ya que mediante la estimulación de procesos naturales benefician el aprovechamiento de nutrientes e incrementa la resistencia a condiciones de estrés biótico y/o abiótico.
La molécula de los fosfitos es muy similar a la del fosfato, sólo tiene un oxígeno adicional, sin embargo, ese pequeño cambio puede hacer una gran diferencia. Aunque la concentración de fósforo en los fertilizantes a base de fosfitos es normalmente mayor a la de los convencionales; su uso no se ha extendido debido a diversas desventajas, menor efecto y posibilidades de fitotoxicidad. Sin embargo, en últimos años se ha demostrado que los fosfitos pueden funcionar como estimulantes y como una herramienta para prevenir daño por algunas enfermedades fungosas.
El riego por goteo es uno de los sistemas más eficientes en la actualidad, el suministro de agua es constante y uniforme, gota a gota, que permite mantener el agua de la zona radicular en condiciones de baja tensión. El agua aplicada por los goteros forma un humedecimiento en forma de cebolla en el interior del suelo, al que comúnmente se le denomina “bulbo húmedo”
Los arrancadores son una pequeña cantidad de fertilizante que se aplican en banda en la zona radicular para complementar los fertilizantes primarios, pueden ser aplicados junto con las semillas pero no en altas dosis debido al efecto salino y/o toxicidad por amoniaco. La aplicación de arrancadores no siempre se ve reflejado en una respuesta en rendimiento, el efecto es probable cuando existe un retraso en el crecimiento temprano de la planta y no puede ser compensado durante la temporada, cuando los nutrientes no están en la zona de las raíces de las plántulas, cuando existe suelo frio y húmedo o enfermedades/plagas limitan el temprano crecimiento de raíces y la absorción de nutrientes.
La bioestimulación es el dominio que tiene el productor sobre los procesos fisiológicos (germinación, enraizamiento, crecimiento, brotación, floración y crecimiento del fruto). Los principios celulares son importantes para comprender los procesos que ocurren en las plantas y como dominarlos mediante la bioestimulación. Como parte de los aspectos básicos, las raíces son órganos especializados en absorción y son responsables de un 95 – 97 % del ingreso total de nutrientes a las plantas, mientras que las hojas no son especialistas en la absorción, sin embargo constituyen una vía de ingreso de nutrientes pero en un menor porcentaje.