El haba (Vicia faba L.) es la séptima legumbre de grano en importancia en el mundo, es un alimento de alto valor nutricional por su alto contenido de proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales. Se consumen como vainas verdes tiernas o en grano tierno o seco y el follaje es un forraje muy apreciado para la alimentación del ganado.
El injerto es un método de propagación utilizado en cultivos de hortalizas con el fin de mejorar la producción y resistencia a enfermedades. Consiste en la unión de dos plantas afines. Por un lado, está la planta injertada (portainjerto) también llamada patrón, esta parte suele proporcionar resistencia o tolerancia a ciertos factores bióticos.
El hongo Dydimella bryoniae afecta a un gran número de cucurbitáceas (sandía, melón, calabaza, calabacita y pepino), atacando principalmente a cultivos bajo cubierta. Es una enfermedad que puede causar una reducción en el rendimiento y calidad de los frutos (al afectar su apariencia externa) o la destrucción total de la planta, en caso de que no sean adoptadas medidas preventivas o curativas.
De la familia de las Umbelíferas, el apio es una importante especie aromática que se cultiva principalmente para su consumo en fresco en diferentes partes del mundo. La producción de apio está condicionada a la obtención de altos rendimientos y máxima calidad de cosecha, objetivo que se pretende conseguir con una adecuada nutrición del cultivo.
Para lograr un alta productividad y longevidad del cultivo de tomate es necesario que se encuentre en balance entre su crecimiento vegetativo y generativo. Para lograr el balance del cultivo, se requiere el monitoreo constante del crecimiento de la planta. Al saber “leer” a la planta con datos objetivos y cuantificables se puede determinar en una etapa del cultivo si las plantas están en balance, demasiado vegetativas o demasiado generativas.
Una planta de tomate bien manejada puede producir frutos hasta por más de nueve meses, pero para maximizar la productividad y longevidad se debe tener un cuidadoso balance entre el crecimiento vegetativo y generativo durante todo el ciclo de cultivo. Para lograr el balance del cultivo se requiere el monitoreo constante del crecimiento de la planta, observando el desarrollo de tallos, hojas, flores y frutos.
En años recientes la demanda de chile habanero fresco y sus productos derivados ha crecido de forma importante en México y el mundo, debido en gran medida a las propiedades y múltiples usos que se han encontrado para los componentes químicos del chile que causan su picor, conocidos como capsaicinoides. En las últimas dos décadas el cultivo de chile habanero pasó de ser una hortaliza de traspatio a un cultivo de importancia económica.
La adecuada fertilización es uno de los principales pilares para lograr acceder al potencial productivo de los cultivos. En el cultivo de zanahoria cuando se utilizan híbridos en combinación con una fecha de siembra óptima y un programa de nutrición balanceado es factible obtener hasta 70 toneladas por hectárea de zanahoria comercial.
El brócoli y la coliflor son dos cultivos que pertenecen a la familia Brassicaceae o Cruciferae. La parte comestible de ambos cultivos es una inflorescencia inmadura que se encuentra en la parte central del tallo; la cual se conoce como cabeza o pella. Son hortalizas de gran valor nutrimental para la salud humana por sus altos contenidos de vitaminas A, C y complejo B; además de ser ricas en potasio y fibra.
El cultivo de berenjena, al igual que muchos otros cultivos, está sujeto al ataque de plagas durante su crecimiento, desarrollo y producción. Los esquemas de manejo integrado son los más ampliamente utilizados, pues permiten la integración e implementación de tácticas de control basadas en la biología de la plaga, el ambiente y las tecnologías disponibles, para prevenir daños económicos y posibles riesgos a las personas y al ambiente.