El Cultivo de Tomate


El tomate es una de las tres principales hortalizas cultivadas en el mundo, donde China es el principal productor con 52, 586, 860 toneladas (SIAP, 2017). EE. UU., es el principal importador de tomate y México es el principal exportador de esta hortaliza, destinando 99.7 % de sus exportaciones al mercado estadounidense. El cultivo a campo abierto cada vez más abre paso al cultivo bajo cubierta, esto debido en gran medida a que la producción de tomate bajo agricultura protegida (malla sombra o invernadero) ha supuesto un incremento en el rendimiento por unidad de superficie.

Requerimientos

Suelo. Al igual que muchos cultivos requiere un suelo bien drenado con un porcentaje de  materia orgánica elevado, procurando tener una profundidad en el perfil de suelo entre 40 a 60 cm para el desarrollo del sistema radical. Asimismo, debe contar con un pH entre 6 a 6.5 para que estén disponibles los nutrimentos que contiene el suelo.

Radiación. Para que el cultivo de tomate pueda producir con las mínimas restricciones fotosintéticas, debe existir una radiación del orden de 14 a 16 MJ/m2 por día.

Temperatura. La temperatura regula cada uno de los procesos fisiológicos de la planta, por lo que debe atenderse en cada etapa fenológica del cultivo este parámetro como se indica en el Cuadro 1. Los valores de

Tomate envasa para venta

Figura 1. EE. UU. es el principal importador de esta hortaliza y México es su principal abastecedor.

Fuente: Intagri, 2004.

temperatura son referenciales, ya que su interacción con otros factores repercute mayormente. Por ejemplo, temperaturas elevadas y una baja humedad relativa puede generar aborto floral o baja viabilidad del polen.

Humedad relativa. Para el desarrollo apropiado del cultivo esta debe oscilar entre un 60 a 80 %, donde humedades excesivas propician el desarrollo de enfermedades fungosas y bacterianas, además de que obstaculizan la fecundación de las flores. También la humedad relativa está asociada con el rajado de fruto.

Variedades y especialidades

Seleccionar el tipo de tomate o especialidad es quizá la elección más importante, ya que de esta muchas veces dependerá el éxito o no de la producción, y no sólo hablando en términos agronómicos, pues a pesar de producir grandes volúmenes, si el tipo de tomate producido no es demandado en el mercado, la producción perderá su valor y con ello su rentabilidad. La elección de la variedad es tan importante como la selección del tipo o especialidad de tomate. A pesar de existir en el mercado un gran número de variedades disponibles la elección de una u otra estará directamente relacionada con su capacidad de producir bajo condiciones de estrés ambiental o biótico (plagas, enfermedades, etc.). La variedad seleccionada debe contar con características sobresalientes entre las cuales se destaca: rendimiento, resistencia a enfermedades, calidad del fruto, adaptabilidad a las condiciones ambientales y una vida de anaquel prolongada. De igual forma, debe conocerse la susceptibilidad de las variedades a desordenes fisiológicos que afecten su calidad como son hombros verdes, cara de gato, maduración irregular o pudrición apical.

Sistemas de producción

En suelo. El cultivo se establece en suelo, ya sea mediante camas de siembra o sin ellas. Previo a la preparación del suelo debe necesariamente realizarse un análisis físico-químico y microbiológico del suelo para que a partir de ellos, en caso de ser necesarias, se establezcan estrategias de mejora en el suelo que permitan llegar a las condiciones más adecuadas para el cultivo. Debe procurarse tener un suelo con un porcentaje de materia orgánica por arriba de 2 %, conductividad eléctrica menor a 2 dS /m y ausente de piedras, malezas y patógenos.

En sustrato. El cultivo en sustrato crece cada vez más, en gran medida por el control que ofrece sobre las características del medio de cultivo, la nutrición y el riego. El sustrato puede o no participar en la nutrición del cultivo. Este sistema de producción ha permitido incluso bajo algunos esquemas el reciclaje de nutrimentos y agua, disminuyendo considerablemente la cantidad de agua utilizada en cultivos en suelo. Además, el uso de sustratos también ha facilitado que la producción de tomate se realice en lugares donde las condiciones edáficas son restrictivas. La elección de uno u otro sustrato dependerá de la zona y sobre si reúne o no las características necesarias para el desarrollo del cultivo (ver más).

Campo abierto. Es el sistema más económico para la producción de tomate, siempre y cuando las condiciones climáticas, edáficas y fitosanitarias lo permitan. Suelen utilizarse variedades de crecimiento determinado debido al sistema de conducción que se utiliza (espaldera). Algunos productores suelen colocar a manera de prevención barreras físicas en el perímetro del terreno para evitar daños por vientos.

Bajo cubierta. Sistema sofisticado en el cual también se categoriza por el nivel tecnológico, criterio que está en base a el nivel de control de las condiciones edafoclimáticas bajo las que está el cultivo (Cuadro 2). Es sin duda el sistema de producción que ha permitido incrementar el rendimiento por unidad de superficie, además de aprovechar eficazmente los recursos.

Cuadro 1. Temperaturas críticas para el cultivo de tomate.

Fuente: Camacho, 2015.

Se hiela la planta

2 ºC

Detiene su desarrollo

10-15 ºC

Mayor desarrollo

20-24 ºC

Germinación mínima

10 ºC

Germinación óptima

25- 30 ºC

Germinación máxima

35 ºC

Nacencia

18 ºC

Primeras hojas

12 ºC

Desarrollo

Diurna

18-21 ºC

Nocturna

15-18 ºC

Floración

Diurna

23-26 ºC

Nocturna

15-18 ºC

Maduración

15-22 ºC

Suelo

Mínima

12 ºC

Óptima

20-24 ºC

Máxima

34 ºC

 

Cuadro 2. Clasificación de invernaderos según su nivel tecnológico.

Fuente: Bastida, 2005; citado por Bastida, 2011.

Nivel

Manejo

Estructura y equipo

Bajo

Manual

Rústicas, con equipamiento básico.

Medio

Mecánico

Modulares, principalmente de acero galvanizado, equipadas con dispositivos mecánicos y eléctricos.

Alto

Automatizado

Modernas, equipadas con sensores y controladores locales para riego, calefacción y ventilación.

Muy alto

Computarizado

Modernas, equipadas con computadoras, programas inteligentes y control a distancia para todos los factores de la producción.

 
 

Producción orgánica. Basada en la utilización de productos autorizados, consiste en un sistema que evita emplear “productos químicos”. La producción orgánica actualmente permite ser rentable debido al sobreprecio que tiene esta sobre frutos obtenidos en esquemas convencionales. Este sistema de producción ha tenido un gran auge en la última década debido, en gran medida, a que los consumidores cada vez exigen productos más sanos e inocuos, obtenidos de forma sustentable.

Producción convencional. En este sistema de producción se pueden emplear productos de síntesis química, y que en la actualidad está integrando el uso de productos biorracionales para el control de plagas, los cuales son más amigables para el ambiente. Asimismo, en este sistema de producción es donde actualmente se tienen los mayores rendimientos y producciones.

Injerto

El propósito del injerto en tomate es reducir las infecciones causadas por hongos y nematodos; sin embargo, en la actualidad también se busca tolerancia a estrés por temperaturas, condiciones de sequía del suelo y salinidad, así como vigor, mayor rendimiento, mayor absorción de nutrimentos y reducir el uso de plaguicidas (ver más).

Labores culturales

Desinfección de instalaciones, herramientas, y utensilios. Días antes de la plantación se debe limpiar las instalaciones y desinfectarlas junto con herramientas y utensilios empleados. Se pueden utilizar sales cuaternarias de amonio, hipoclorito de sodio y monopersulfato potásico.

Trasplante. Debe darse un riego previo al trasplante (hasta que la humedad llegue al pasillo cuando es en suelo). Posteriormente se abre los espacios, se depositan y se fijan las plantas, buscando un buen contacto entre el suelo o sustrato y el cepellón de la plántula. Para asegurar este contacto se recomienda realizar un nuevo riego, incluso puede ayudar que se aplique vía riego un enraizador o fungicida  (Propamocarb a 1.5 L/ha o Carbendazim a 1L/ha).  Los riegos son recomendables en las primeras horas del día.

Entutorado. Se puede hacer en espaldera (usualmente a campo abierto), sistema que consiste en colocar dos tutores en los extremos de las líneas de cultivo, dispuestos en forma oblicua unidos en su base y abiertos unos 60 cm en el extremo superior. Los tutores se unen entre sí mediante hilos de rafia (polipropileno) u otro material horizontales pareados dispuestos cada 20-25 cm, que son los que realmente mantienen la planta erguida. Además se colocan estacas de madera o metálicas clavadas en el suelo cada 2 o 3 m y con la suficiente longitud para sujetar a los hilos horizontales. El sistema de conducción tipo holandés consiste en utilizar una rafia por tallo sujeta en un extremo al cable o cargador y el otro a la base del tallo mediante un nudo no corredizo o anillo de plástico y se va enredando la rafia a lo largo del tallo o mediante anillos de plástico (depende del costo del material). Normalmente se entutora cada semana. Cuando las plantas alcanzan 2 o 2.5 m las plantas son descolgadas progresivamente; este descuelgue consiste en desenrollar la rafia 1 o 2 vueltas. Es importante que la rafia se enrolle siempre en el mismo sentido.

Poda. Es una práctica referida a la remoción de brotes y hojas en el momento adecuado que permita el desarrollo adecuado del cultivo. Al momento de comenzar las podas es importante seleccionar el número de tallos que se conducirán por planta y a partir de ahí eliminar los brotes axilares. También es necesario remover las hojas senescentes gradualmente  (ver más). La poda se puede hacer con tijeras previamente desinfectadas (permanganato de potasio, hipoclorito de sodio, sales cuaternarias de amonio o yodo) o de manera manual sujetando la base del brote y dando un tirón hacia arriba.

Aclareo de frutos.  Es  necesario  despuntar  las  inflorescencias  con  un  gran  número de flores para que los

Entutorado de planta de tomate con anillo plástico

Figura 2. En el entutorado tipo holandés se puede emplear un anillo de plástico para sujetar la base de la planta.

Fuente: Intagri, 2004.

frutos puedan desarrollarse adecuadamente o se evite el desprendimiento de los mismos al desarrollarse. La poda de frutos se realiza poco después de su cuaje, procurando eliminar aquellos malformados, con retraso significativo con el resto o que tuvieron problemas de polinización. En variedades para racimo suelen dejarse de 5 a 6 frutos por racimo.

Polinización. Necesaria para el desarrollo uniforme de los frutos, puede realizarse de manera mecánica, hormonal o por abejorros. De forma mecánica se pueden emplear chorros de aire impulsados por máquinas de motor o golpeando ligeramente el emparrillado para hacer vibrar a las plantas. El uso de abejorros del género Bombus ha tenido buena respuesta en cuanto a polinización se refiere. Cada abejorro suele visitar entre 20 a 50 mil flores diariamente y la vida útil de una colmena va de 8 a 12 semanas. El número de colmenas por hectárea puede ir desde 8 a 20, dependiendo de las condiciones y tipo de tomate. El método hormonal es el menos recomendado, y sólo se debe emplear cuando las condiciones ambientales sean restrictivas y el uso de hormonas sea la única alternativa.

Encalado. En algunas regiones las temperaturas que se alcanzan al interior de un invernadero en verano son excesivas, lo cual estresa y daña al cultivo de tomate. El uso del encalado principalmente es para reducir la luminosidad y la temperatura en temporadas de alta radiación, ofreciendo una alternativa más económica. Para el encalado del invernadero se utiliza carbonato de calcio, conocido como “Blanco de España” a una dosis de 15  a 20 kg/100 L de agua. La aspersión del producto es con boquillas de gota fina.

Riego

El riego adecuado permite compensar la extracción de agua y nutrimentos, controla la acumulación de sales y mantiene un nivel adecuado de oxígeno en la rizósfera. El riego permite manipular con cierto grado el crecimiento y desarrollo del cultivo. Niveles bajos de humedad y altos en salinidad propician un estrés en el cultivo, conduciéndolo a una condición generativa. Por otro lado, niveles bajos de salinidad y altos en humedad propician una condición vegetativa.  El manejo de ambas condiciones dependerá hacia donde se quiere conducir el cultivo. Un exceso de humedad o déficit causan algún tipo de estrés en la planta que puede influir en el crecimiento del cultivo o en la calidad de los frutos.

Para definir la demanda hídrica del cultivo en hidroponía existen distintos métodos directos (bandeja de drenaje o bandeja a la demanda) e indirectos (por radiación). En suelo el uso de tensiómetros, sensores o sondas permite definir las necesidades hídricas del cultivo. Con ayuda de los métodos mencionados y adaptando la tecnología con la que el agricultor pueda contar, se puede definir el cuándo y cómo regar, la estrategia a seguir y como controlarlo. El riego debe monitorearse constantemente para poder ajustarlo oportunamente debido a las condiciones ambientales, especialmente de temperatura y humedad. Condiciones con elevadas temperaturas propician regar una mayor cantidad de agua en relación a condiciones de días nublados o lluviosos. La cantidad de agua también dependerá de las características del suelo o sustrato que se tengan. El consumo diario de agua por metro cuadrado cuando el tomate está establecido en suelo oscila entre 2 a 3 litros, mientras que en sustrato esta entre 2 y 4 litros (más 30 %, que corresponde al drenaje).

Bandeja de drenaje en el cultivo de tomate.

Figura 3. La bandeja de drenaje es un método directo que permite determinar las necesidades hídricas del cultivo.

Fuente: Intagri, 2004.

Nutrición

La nutrición en términos simples es el suministro de nutrimentos necesarios para el adecuado crecimiento del cultivo. En la actualidad, de forma general, este suministro se hace conjuntamente con el riego mediante sistemas de goteo o localizado, también llamado fertirrigación. La fertirrigación ha permitido incrementar la eficiencia de los fertilizantes y ha coadyuvado a mejorar los rendimientos al permitir la aplicación de nutrimentos y agua en cantidad, momento y lugar más idóneos. Para poder diseñar inicialmente un programa de fertirrigación deben contemplarse la demanda nutricional del cultivo, análisis de suelo o sustrato, análisis de la calidad de agua, compatibilidad y características de los fertilizantes, sistema de inyección y de riego. El monitoreo nutrimental mediante distintos métodos (extracto de pasta, extracto celular del peciolo, tubos de acceso, análisis foliar, análisis de la solución de drenaje) permite afinar el programa de nutrición del cultivo. En el Cuadro 3 se presentan las concentraciones los aniones y cationes que se recomiendan dentro de la solución nutritiva para tomate. Estos datos son solo una guía para realizar la solución nutritiva y están sujetos a ajustes según variedad, clima, época del año y precios de fertilizantes.

 

Cuadro 3. Solución nutritiva sugerida para 4 etapas de desarrollo de tomate en invernadero de tecnología baja e intermedia bajo condiciones hidropónicas (datos en meq/L).

Fuente: Castellanos y Ojodeagua, 2009.

 

Etapa 1

Etapa 2

Etapa 3

Etapa 4

Ion

1er Cuaje

1er-3er Cuaje

3er-5o Cuaje

>5o Cuaje

NO3-

6

8

10

12

NH4+

0 a 0.5

0 a 0.5

0.5

0.5

H2PO4-

1.5

1.5

1.5

1.5

K+

3.5

5.5

7

8.5

Ca2+

8

8

8

9

Mg2+

2

3

4

4

SO42-

3 a 6

3 a 6

3 a 6

3 a 8

HCO3-

1

1

1

1

Na+

<5

<5

<5

<5

Cl-

1 a 3

1 a 3

3 a 5

3 a 5

CE

1.4

1.8

2.2

2.4

 
 

En el Cuadro 4 se presentan las concentraciones de micronutrimentos que se recomiendan para el cultivo en sustrato bajo invernadero. En la práctica lo que se realiza es la aplicación de productos que traen una mezcla de micronutrimentos.

 

Cuadro 4. Concentración recomendada de micronutrimentos.

Fuente: Fernández y Camacho, 2008.

Elemento

ppm

Fe

1.50

Mn

0.80

Zn

0.30

Cu

0.06

B

0.40

Mo

0.06

 

Manejo integrado de plagas

El esquema de manejo fitosanitario del cultivo debe contemplar aspectos agronómicos, biológicos, culturales, químicos y legales. Para llevar un eficiente programa de control es necesario realizar el monitoreo de las plagas, el cual se diseñara en base a los hábitos de cada una de las plagas. También es indispensable conocer la fenología del cultivo y las posibles condiciones climáticas, ya que la premisa de un esquema de manejo integrado es la prevención a partir de métodos de bajo impacto ambiental para mantener umbrales bajos y en caso de ser imprescindible algún método que disminuya drásticamente las poblaciones, se hará bajo ciertos lineamientos y con productos autorizados para el cultivo.

 

Cuadro 5. Principales plagas que atacan al cultivo de tomate y algunos productos para su control biológico, biorracional y químico.

Fuente: Elaboración propia.

Plaga

Control biológico

Productos biorracionales

Productos químicos

Mosca blanca

Encarsia formosa, Eretmocerus eremicus y mundus, Chrysoperla.

Extracto de ajo, aceite de neem, piretrinas naturales.

Abamectina, Bifentrina, Spiromesifen, Oxamil, Thiametoxam.

Paratrioza

Tamarixia triozae, Chrysoperla.

Trips

Amblyseius cucumeris y degenerans, Orius spp.

Sales potásicas, aceite de soya, piretrinas naturales.

Spinosad, Dimetoato, Imidacloprid.

Pulgones

Chrysoperla carnea, Aphidoletes aphidimyza, Aphidius colemani.

Aceites minerales, jabón agrícola al 2%.

Bifentrina, Imidacloprid, Thiametoxam.

Araña roja

Phytoseiulus persimilis, Stethorus punctum, Amblyseius californicus.

Azufre humectable

Abamectina, Bifentrina, Dimetoato.

 
 

Es importante conocer los mecanismos y modos de acción de los productos químicos utilizados, ya que a partir de ellos se pueden plantear esquemas de rotación de moléculas que ayuden a evitar problemas de resistencia de las plagas.

Manejo integrado de enfermedades

El programa de manejo de las enfermedades al igual que el de plagas debe tener un enfoque ecológico y con respeto al medio ambiente. En este tipo de esquemas deben contemplarse estrategias de control culturales, legales, biológicas, mecánicas o químicas. El monitoreo de las enfermedades es vital para poder llevar adecuadamente un manejo integrado basado en la prevención. Es indispensable conocer las condiciones ambientales que favorecen el desarrollo de enfermedades y estrategias de manejo de dichas condiciones que permitan evitar su ataque al cultivo.

 

Cuadro 6. Principales enfermedades del tomate y algunos métodos para su control.

Fuente: Elaboración propia.

Enfermedad

Control cultural

Control biológico

Control químico

Marchitez del tomate y pudrición de la corona y raíz

Evitar riegos pesados, desinfectar materiales, plantas injertadas.

Trichoderma harzianum, T. lignorum, Bacillus subtilis, Gliocladium sp.

Clorotalonil, Mancozeb, Zineb, Captan, Clorotalonil +Cimoxanil.

Verticilosis del tomate

Biosolarización, evitar daños en la raíz.

Trichoderma harzianum, Gliocladium virens.

Tiabendazol, Benomilo, Carbendazim.

Cenicilla del Tomate

Quitar hojas enfermas, desinfectar materiales, variedades resistentes.

Bacillus subtilis

Clorotalonil, Captan, Azufre, Azoxystrobin, Oxicloruro de cobre.

Tizón tardío

Evitar fugas de agua, desinfectar heridas, Variedades tolerantes.

Bacillus subtilis, aceite de neem.

Clorotalonil, Captan, Mancozeb, Fosetil aluminio, Famoxadona.

Tizón temprano

Eliminar partes afectadas o plantas enfermas.

Bacillus subtilis

Mancozeb, Boscalid, Azoxystrobin.

Moho gris

No dejar tocones, sellar heridas, desinfectar materiales.

Trichoderma koningii, Bacillus subtilis, Candida saitoanaque.

Sulfato de cobre pentahidratado, Pirimetanil, Boscalid.

Cáncer Bacteriano del tomate

Cambiar desinfectante diario, desinfectar materiales y evitar excesos de humedad.

-----------------------

Oxicloruro de cobre, Mancozeb, Estreptomicina, Hidróxido cúprico.

Mancha bacteriana

Eliminar hospederos, tratamientos térmicos a la semilla, eliminar plantas  enfermas.

Bacillus subtilis, glutatión, oligosacarinas.

Hidróxido cúprico, Acibenzolar-s-metil, Sulfato de estreptomicina.

Marchitez bacteriana

Buena ventilación, Eliminar partes o plantas enfermas

-----------------------

Mancozeb, Oxicloruro de cobre, Sulfato de estreptomicina.

Nematodos

Rotación de cultivos, eliminar plantas enfermas, biofumigación

Bacillus subtilis, B. penetrans, Paecilomyces lilacinus.

Metam sodio, Oxamil, Forato, Disulfoton.

 

Cosecha

Los tomates para consumo en fresco se cosechan manualmente en estado de maduración conocido como estrellado o rayado (etapa de color 2, llamado Breaker o quebrante) y algunos pocos en el estado 3 (Turning o cambiante)  o 4 (Pink o rosado). Durante la cosecha es importante utilizar cajas o contenedores desinfectados y de ser posible emplear materiales esponjosos dentro de la caja para evitar daños mecánicos del fruto. Los tomates son cortados mediante un doblez cuidadoso en la zona de abscisión para evitar jalonearlo. Al momento de vaciarlos a las cajas no deben apretarse, ni tampoco deben dejarse expuestos al sol durante un período prolongado. En caso de necesitar cortar todo el racimo o dejar el cáliz pegado deben emplearse herramientas desinfectadas.

Postcosecha

El tomate se encuentra expuesto a enfermedades durante su vida postcosecha  (botrytis, alternaria, pudrición agria, pudrición blanda o rhizopus), por lo cual el lavado con productos desinfectantes es vital. El agua utilizada para lavar los frutos deberá tener una concentración de 200 y 350 ppm de cloro, con pH de 6.5 a 7.4. Al momento de llegar los frutos al empaque es importante que estos sean enfriados para conservar su calidad y extender su vida de anaquel. La fruta de tomate no debe almacenarse a temperaturas inferiores a los 10 ºC. La vida de anaquel de los frutos de tomate está en función del estado de madurez, los tomates verdes presentan de 21 a 28 días, los tomates rosados varían de 7 a 14 días y los tomates rojos de 2 a 4 días.

Cita correcta de este artículo

INTAGRI. 2018. El Cultivo de Tomate. Serie Hortalizas. Núm. 14. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 9 p.

Fuentes consultadas

  • SIAP. 2017. Atlas Agroalimentario 2017. SIAP-SAGARPA. México. 231 p.
  • Castellanos, J. Z. 2009. Manual de Producción de Tomate en Invernadero. Editorial INTAGRI. México. 369 p.
  • Bastida T., A. 2011. Los Invernaderos y la Agricultura Protegida en México. Universidad Autónoma Chapingo- Agribot. Texcoco, México. 415 p.
  • Camacho, F. 2015. El Cultivo del Tomate. 5º Diplomado Internacional en Horticultura Protegida. Intagri-Universidad de Almería. México.

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Comentarios

Anónimo comentó:
Publicado: 2018-01-30 05:36:59

GRACIAS POR LA INFORMACION SWON TEMAS DE RELEVANCIA LOS FELICITO DESDE EL PAIS DE GUATEMALA

alvaro_bonilla comentó:
Publicado: 2018-02-07 05:50:51

Agradecemos tu comentario, esperamos que continúes visitando los artículos que cada semana publicamos.


Saludos hasta Guatemala. 

Anónimo comentó:
Publicado: 2018-02-07 05:48:58

Estimados de miembros de Intagri,

La información que generalmente publican es de gran valor tanto para estudiantes como para investigadores. En específico esta información es un excelente resumen de las características del tomate y los factores que lo afectan y benefician durante su desarrollo en pre-cosecha y pos-cosecha. Gracias por la investigación que realizan, siempre apoyando con profesionalismo. Saludos cordiales.


Extraído de https://www.intagri.com/articulos/horticultura-protegida/el-cultivo-de-tomate - Esta información es propiedad intelectual de INTAGRI S.C., Intagri se reserva el derecho de su publicación y reproducción total o parcial.

alvaro_bonilla comentó:
Publicado: 2018-02-07 05:52:14

Muchas gracias por su comentario... continuemos reduciendo la brecha entre la ciencia y el agricultor. 


Saludos. 

Anónimo comentó:
Publicado: 2018-11-14 08:04:01

Muchas gracias por compartir esta valiosa información que nos permite conocer un poco el proceso del tomate. Al mismo tiempo nos anima a continuar con las huertas de tras patio

Saludos y un abrazo.

Puebla, Mx

alvaro_bonilla comentó:
Publicado: 2018-11-15 10:50:09

Nos congratula saber que nuestra información es de utilidad para su producción.

Saludos hasta Puebla. 

Anónimo comentó:
Publicado: 2019-10-29 08:02:21

a información que generalmente publican es de gran valor tanto para estudiantes como para investigadores. En específico esta información es un excelente resumen de las características del tomate y los factores que lo afectan y benefician durante su desarrollo en pre-cosecha y pos-cosecha. Gracias por la investigación que realizan, siempre apoyando con profesionalismo. Saludos cordiales.

timoteo_guerrero comentó:
Publicado: 2019-10-29 08:06:09

Buenas tardes. En INTAGRI agradecemos los comentarios y te invitamos a registrarte en nuestra plataforma, para seguir recibiendo noticias de nuestras publicaciones y cursos.

Saludos.

usuario_586943855 comentó:
Publicado: 2022-02-09 22:03:29

Muy buena información y actualizada.

usuario_892954045 comentó:
Publicado: 2023-09-13 15:19:12

Buen día, le agradecemos su comentario.