La innovación y la adopción de modernas tecnologías son necesarias para incrementar la productividad de un cultivo. Como bien se sabe, los rendimientos de un cultivo de maíz en temporal o bajo riego por gravedad por lo general son de bajos a medios, además de que en el segundo caso, más de la mitad del agua se pierde por evaporación o percolación.
La quimigación es la aplicación de plaguicidas (fungicidas, herbicidas, insecticidas, nematicidas) en el agua de riego. Es una técnica eficiente y económica ya que permite la incorporación inmediata del químico. Puede ser efectuada utilizando sistemas de riego por goteo, microaspersión, inundación, surcos y aspersión.
Conocer los requerimientos de agua del cultivo es indispensable para realizar una planificación correcta del riego y mejorar la eficiencia de uso del agua, suministrando al cultivo la cantidad de agua suficiente para satisfacer plenamente sus necesidades. Uno de los parámetros más importantes es la evapotranspiración (ET), que se define como la pérdida de agua del suelo por dos procesos distintos: a) evaporación del agua contenida en el suelo y b) transpiración del agua contenida en las plantas. Ambos procesos ocurren simultáneamente.
La eficiencia del uso de agua (EUA), se define por la relación entre los gramos de agua transpirados por un cultivo y los gramos de materia seca producidos. Las especies más eficientes en el uso de agua producen más materia seca por gramo de agua transpirado. Es de destacar que los cultivos difieren en su capacidad para extraer agua, de acuerdo a su metabolismo, la arquitectura de sus hojas, y el momento del ciclo de crecimiento considerado.
La cantidad de agua que utilizan las plantas depende del clima, del contenido de agua en el suelo y la especie cultivada. La determinación y el monitoreo de la humedad del suelo es primordial para resolver problemas vinculados a las necesidades de riego de los cultivos. La programación del riego debe responder a dos preguntas básicas: ¿Cuándo regar? y ¿Cuánto regar?.
El ion nitrato tiene carga negativa y, por tanto, no puede ser retenido por las arcillas, es fácilmente transportado por el agua. Las láminas de agua excesivas o lluvias abundantes favorecen su arrastre hacia estratos inferiores del suelo, fuera del alcance de las raíces. Esto representa pérdidas económicas para el agricultor, tanto por el desperdicio de nutrimentos como por la disminución del rendimiento. Adicionalmente, la lixiviación de nitratos tiene mayores consecuencias negativas, generando daños a la salud y contaminación de acuíferos. Para mitigar este problema se debe tener un manejo muy cuidadoso del riego y de los fertilizantes nitrogenados.
El costo más importante en la operación de pozos y plantas de bombeo es la energía eléctrica, por ello, la mejor manera de conocer el estado que guarda el sistema de bombeo es realizar estudios de eficiencia electromecánica, que consisten en una serie de pruebas y mediciones en los equipos de bombeo de pozos, tomando en cuenta los parámetros eléctricos, niveles de bombeo, presión y gasto, que permita finalmente determinar la eficiencia del equipo, así como las causas que merman la eficiencia.
Un agua de calidad es aquella cuyas características cubre los requerimientos del uso que se le piensa dar. En el caso específico de su uso para riego de cultivos se pone especial énfasis en las características químicas y no tanto así en las físicas. En la práctica un agua “ideal” para el cultivo es poco probable, sin embargo muchas de sus características son manejables y también juegan un papel importante otros factores como el tipo de suelo en el que se pretende de cultivar, especie a cultivar y condiciones del clima de la zona.
La programación del riego tiene como objeto central el que se tomen decisiones orientadas a determinar las cantidades de agua por aplicar y las fechas de aplicación de cada riego con la intención de minimizar deficiencias o excesos de humedad en el suelo que pudieran causar efectos adversos sobre el crecimiento, rendimiento y calidad de los cultivos. Con una adecuada programación del riego se puede lograr u n importante ahorro en el agua, se disminuyen costos por ahorro de energía y mano de obra, se minimiza estrés hídrico y maximizan rendimientos, así como la calidad, rentabilidad e ingresos
El riego por goteo es uno de los sistemas más eficientes en la actualidad, el suministro de agua es constante y uniforme, gota a gota, que permite mantener el agua de la zona radicular en condiciones de baja tensión. El agua aplicada por los goteros forma un humedecimiento en forma de cebolla en el interior del suelo, al que comúnmente se le denomina “bulbo húmedo”