El enfoque apropiado para el manejo de malezas en la agricultura moderna es el del manejo integrado que se basa en el conocimiento de la biología y ecología de malezas para entender, anticipar y manipular las comunidades de malezas en los cultivos. La integración de prácticas de control cultural, mecánico, biológico y químico, ofrece la diversidad adecuada para hacer a los sistemas de manejo integrado de malezas económicos y sostenibles.
Las malezas compiten con el cultivo por nutrientes, agua, luz, espacio e incluso algunas tienen efectos alelopáticos que impiden el desarrollo normal de los cultivos hortícolas. Las mermas potenciales que pueden causar las malezas sobre el rendimiento de los cultivos pueden llegar hasta un 13 %. En el mundo 200 especies son reconocidas como malezas de importancia económica.
El permanente del tomate causa grandes daños sobre todo en regiones donde este cultivo se siembra en el ciclo primavera-verano, llegando a colapsar la producción cuando las trasmisiones del patógeno son en plantaciones que tienen los primeros racimos florales. Asimismo, es la enfermedad que más daño ocasiona al cultivo de tomate con daños anuales del 45 %.
El gusano elotero es el estado inmaduro del insecto Helicoverpa zea (Boddie), una de las principales especies que provoca graves daños y pérdidas económicas, afectando principalmente al cultivo de maíz en etapas de reproducción. El gusano es una plaga polífaga con más de 100 plantas hospederas, es decir, se alimenta de distintos cultivos, entre los cuales destacan maíz, sorgo, tomate y algodón.
La antracnosis es una de las principales enfermedades que atacan al fruto de aguacate con una amplia distribución e importancia económica en todas las zonas donde se produce, llegando a causar pérdidas del 20 al 30 %. Es una enfermedad que además de dañar el amarre de flor y fruto en un 10 %, también daña ramas tiernas, hojas, con lo cual se disminuye la capacidad fotosintética del árbol.
Existe una diversidad de enfermedades que afectan al cultivo de maíz, las cuales reducen su potencial productivo al afectar su desarrollo normal. En este sentido, el carbón de la espiga del maíz según reportes en México ha llegado a reducir el rendimiento hasta en un 50 %. El carbón de la espiga se encuentra distribuido en países de Europa, norte y sur de América, así como como en China, Australia, Nueva Zelanda, India y Palestina.
Los productos químicos de síntesis se utilizan ampliamente para proteger a los cultivos de problemas fitosanitarios dada su gran efectividad. Sin embargo, los problemas asociados con el mal manejo de estos productos ha ocasionado diversos problemas. Para minimizar dichos problemas, es importante adoptar y aplicar prácticas responsables en la manipulación de los productos, respetando su compatibilidad y el orden de la mezcla al momento de preparar soluciones o caldos plaguicidas.
La araña roja (Tetranychus urticae Koch) es una de las especies que más daños y pérdidas económicas provoca en la producción de hortalizas bajo cubierta en el mundo. Su agresividad se debe a su corto ciclo de vida, alta capacidad de reproducción y su rápido desarrollo de resistencia a acaricidas e insecticidas. Es una plaga que se encuentra ampliamente distribuida en zonas templadas, además se le asocia con más de 200 especies de plantas hospederas, entre las que destacan: hortalizas (tomate, pimiento, pepino), berries (fresa y arándano), café, rosa, entre otras.
Ustilago maydis (DC) Corda es el nombre científico del hongo causante de la enfermedad conocida comúnmente como “huitlacoche” o carbón común. Es un patógeno que parasita al cultivo del maíz (Zea mays), ya que infecta a los granos del elote formando tumores o agallas de color gris; el interior de estas estructuras es de color oscuro debido a la presencia de esporas negras.
Durante años los envases de plaguicidas han sido tirados de manera irresponsable, lo que ha provocado focos de contaminación al ambiente e intoxicaciones tanto al hombre como a animales silvestres y domésticos. Ante esto, se ha planteado planes de manejo de los envases agroquímicos. Una estrategia con buenos resultados es la del “Triple lavado” de envases vacíos de plaguicidas.