Los suelos ácidos son aquellos con un pH menor a 7.0; sin embargo, los problemas reales con toxicidad por aluminio intercambiable comienzan cuando el pH del suelo es menor de 5.5.
Figura 1. La práctica del encalado permite contrarrestar los efectos negativos de los suelos ácidos para lograr un desarrollo adecuado de los cultivos. |
La problemática de los suelos ácidos
La acidez del suelo tiene afectaciones en el comportamiento químico y biológico del suelo, pudiendo además afectar indirectamente algunas propiedades físicas. A continuación se enlistan estos problemas:
- Pobre estabilidad de agregados del suelo.
- Baja actividad biológica del suelo.
- Fijación de fósforo.
- Baja disponibilidad de molibdeno.
- Deficiencias de calcio, magnesio y potasio.
- Alta solubilidad de aluminio, hierro y manganeso. Los dos últimos a niveles tóxicos para las plantas.
En términos prácticos, en estas condiciones el desarrollo de los cultivos es sumamente limitado, pues el crecimiento y ramificación de las raíces es gravemente afectado. Lo anterior, se traduce en un pobre suministro de nutrientes y asimilados a las plantas que más tarde ocasionarán bajos rendimientos y una calidad inferior de las cosechas.
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