La práctica del encalado se refiere a la aplicación de un material alcalinízante al suelo, cuyo objeto es reducir la acidez del mismo e incrementar la disponibilidad de nutrientes, en especial calcio y magnesio.
Un manejo adecuado del encalado en los suelos ácidos trae grandes beneficios, donde podemos mencionar los siguientes:
La importancia de la fuente para el encalado
La selección de un material encalante adecuado a las características químicas del suelo, forma parte fundamental en el éxito técnico y económico de cualquier programa de encalado. Aunque existe una gran variedad de materiales encalantes de origen orgánico e inorgánico, los cuales en su mayoría tiene un costo de producción relativamente bajo, sólo pueden conseguirse a precios muy económicos en áreas cercanas a dichos yacimientos, ya que en sitios retirados su precio aumenta considerablemente. Durante la selección del material debe considerarse la eficiencia del material en la que están implicados factores como el valor neutralizante, índice de fineza, pureza y costo. Además, debido a que en muchos casos los suelos ácidos son pobres en magnesio (Trópico de México principalmente), la presencia de este nutrimento en los materiales es un criterio importante en la elección.
La época de aplicación de materiales encalantes
Cuando la dosis y fuente de encalado han sido determinadas, la velocidad de reacción de dicho material y consecuentemente su efecto benéfico sobre el cultivo a establecer dependerá en gran parte de la época del año en que se efectúe la práctica del encalado. La velocidad de reacción dependerá de las características físicas y químicas del suelo, pero en especial de su humedad. De manera que el análisis de suelo además de detectar el grado de acidez del suelo, dosis de encalado, selección de material, etc.; también nos brinda información acerca de la época y forma de aplicación de los materiales encalantes para lograr adecuadamente los objetivos planteados.
En vitivinicultura el término rendimiento se refiere a la cantidad de kilos de uva que se obtienen, generalmente, por hectárea de viñedo. Esto se verá condicionado fundamentalmente por la cantidad de vides plantadas y por la cantidad de racimos estipulados por cada planta. Lograr un equilibrio entre el rendimiento y la calidad de la producción de uva, no es una tarea sencilla. Es por ello que generalmente rendimientos moderados a bajos, fomentará la madurez y la correcta concentración de la fruta en color, aromas, azúcares, pH, ácidos, polifenoles y todos los elementos cuantitativamente importantes para lograr un vino exitoso y de calidad.
La cata de vinos es una actividad sumamente importante la industria vitivinícola que permite identificar los compuestos de un vino, y así, identificarlo, clasificarlo y calificarlo. En la cata de vinos, los catadores prueban con atención distintos tipos de vinos para apreciar sus cualidades, escriben sus impresiones y asignan puntaje. No solo se utiliza el paladar para degustar, sino el olfato y la vista. De ahí que el lugar ideal para hacer la cata debe estar bien iluminado, aireado, silencioso, carente de olores y a temperatura media.
La calidad del vino depende de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de manejo, tales como la variedad, el clima, tipo de suelos, las condiciones meteorológicas del año, la productividad y equilibrio vegetativo-reproductivo del viñedo, la disposición de la canopia e insolación de los racimos, el estado hídrico del viñedo y la madurez de la uva. Estos factores influyen sobre las características de las uvas, y por lo tanto indirectamente sobre la riqueza Fenólica (RF) y el peligro oxidativo (PO) de los vinos.
Aún no hay comentarios sobre el artículo