Autor: Jesús Salvador Ruíz Carbajal
A menudo pensamos que las sequías son simplemente épocas en las que llueve menos y en los que, como consecuencia, la disponibilidad de agua se reduce. Sin embargo, las sequías son fenómenos muy complejos en los que intervienen múltiples factores y que tienen importantes consecuencias para el medioambiente y la población.
Para otros investigadores, la sequía es un fenómeno natural que ocurre en todo el mundo y afecta a la disponibilidad de recursos hídricos esenciales para la vida y el desarrollo humano. A medida que el cambio climático se intensifica y la demanda de agua aumenta debido al crecimiento de la población y la expansión de actividades económicas, la gestión adecuada de las sequías se convierte en un desafío global cada vez más crítico.
¿Qué es una sequía?
La sequía es una anomalía transitoria que se caracteriza por la escasez temporal de agua, en comparación con el suministro normal en un periodo de tiempo dado. Es recurrente del clima y depende del suministro y la demanda de la sociedad y el medio ambiente. Estas difieren según la magnitud, duración, intensidad, ecosistemas y manejo antropogénico.
¿Cuáles son las causas de la sequía?
Las causas de una sequía involucran factores naturales y antropogénicos. Normalmente, la causa principal de toda sequía es la escasez de recursos hídricos (sequía hidrológica) necesarios para abastecer la demanda existente.
Las sequías pueden originarse de dos maneras:
Origen natural: representadas por las modificaciones en los patrones de la circulación atmosférica, las variaciones en la actividad solar y los fenómenos de interacción entre el océano y la atmósfera.
Origen antropogénico: el calentamiento del planeta actual se atribuye en cierta medida a las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la degradación ambiental (deforestación, degradación del suelo y desertificación) la alteración de los sistemas ecológicos naturales.
Tipos de sequías
Sequía meteorológica: se produce cuando existe una escasez continua de precipitaciones pluviales. La escasez de precipitaciones se relaciona con el comportamiento del sistema océano-atmósfera, donde influyen tanto factores naturales como antrópicos. La sequía meteorológica está vinculada a una región específica, ya que las condiciones atmosféricas son muy variables de una región a otra. Los principales ejemplos son: escasa precipitaciones, alta evapotranspiración, vientos fuertes y bajas humedades del aire.
Sequía hidrológica: se produce cuando los cursos de agua o los volúmenes embalsados se encuentran por debajo de lo normal durante un plazo temporal dado. Puede demorarse meses o algunos años desde el inicio de la escasez pluviométrica o no llegar a manifestarse si las lluvias retornan al poco tiempo. La sequía hidrológica también puede producirse por los cambios de uso del suelo causantes de escases de agua en el ciclo hidrológico. Consisten en la reducción de caudales y reducción de niveles freáticos.
Sequía geológica: este fenómeno se presenta en los acuíferos continentales y costeros de todas las regiones en el mundo. Consiste en el balance dinámico de los acuíferos debido a que la demanda es mayor que la recarga natural. Aunado también a la mala gestión de los agricultores que sobreexplotan la capacidad que tiene cada acuífero.
Sequía agrícola o hidroedáfica: es el déficit de humedad en la zona radicular necesaria para las necesidades de los cultivos. No es posible establecer umbrales de sequía agrícola porque el uso consuntivo difiere para cada cultivo. Por ejemplo, en zonas de cultivo de temporal va ligada a la sequía meteorológica con un pequeño desfase temporal. Los principales ejemplos son la reducción o pérdida de rendimientos de los cultivos, daños por estrés hídrico.
Sequía socioeconómica: es la afectación de la escasez de agua sobre las personas y las actividades económicas. La creciente presión de la actividad humana hace que cada vez sea mayor la incidencia de la sequía socioeconómica, destacando las pérdidas económicas crecientes. Se manifiestan por impactos económicos, sociales y ambientales
¿Cuáles son las consecuencias de una sequía?
Los periodos de sequía pueden tener importantes consecuencias para el ambiente, la agricultura, la economía, la salud y la sociedad. Los efectos varían dependiendo de la vulnerabilidad. Por ejemplo, los agricultores de subsistencia son más propensos a migrar durante una sequía, ya que no tienen fuentes alternativas de alimentos. Las áreas con poblaciones que dependen de la agricultura de subsistencia como fuente principal de alimentos son más vulnerables a la hambruna.
Figura 1: Cultivo de maíz afectado por la falta de lluvias. Fuente: INTAGRI |
Las consecuencias de la sequía pueden afectar de forma directa o indirecta:
Consecuencias directas: se agrupan en impactos económicos, agricultura y ganadería, gestión del agua y abastecimiento, industria, generación de energía hidroeléctrica, impactos medioambientales, agua, suelo, aire, organismos vivos, espacios naturales protegidos, contaminación y aumento de incendios forestales.
Consecuencias indirectas: se agrupan en economía (generación de energía hidroeléctrica, comercio y asuntos financieros), impactos sociales (salud pública, desempleo, política y asuntos exteriores) y otros, como el ocio y el turismo.
Las consecuencias más comunes de la sequía son:
- Disminución de la producción agrícola.
- Disminución de la capacidad de carga del ganado.
- Malnutrición, deshidratación y enfermedades relacionada.
- Migración masiva, resultando en un gran número de desplazados internos y refugiados.
- Daños al hábitat, afectando la vida silvestre en la ecorregión terrestre y acuática.
- Tormentas de polvo, cuando la sequía afecta un área que sufre de desertificación y erosión.
- Descontento social, conflictos y guerras por los recursos naturales, incluyendo agua y alimentos.
- Interrupción de la cadena de valor de los alimentos.
- Desabasto de alimentos en los mercados globales.
La sequía siempre ha sido una amenaza para la supervivencia de la humanidad, provocando migraciones masivas, hambrunas y guerras. Actualmente, la sequía sigue afectando a la población mundial y se considera el fenómeno que más afecta al ser humano.
Figura 2: Monitoramento de la sequía en México Fuente: CONAGUA |
Estrategias de prevención y mitigación de la sequía
Abordar el problema de la sequía requiere una combinación de estrategias preventivas y de mitigación que reduzcan la vulnerabilidad de las comunidades y los ecosistemas afectados. Algunas de estas estrategias incluyen:
Monitoreo y pronóstico: consiste en la implementación de sistemas de monitoreo y pronóstico para detectar condiciones de sequía y proporcionar información oportuna a los responsables de la toma de decisiones y al público en general.
Gestión integrada de recurso hídricos: es el desarrollo de enfoques integrados para la gestión del agua, que incluyan la promoción del uso eficiente del agua, la recarga de acuíferos y la diversificación de fuentes de agua.
Infraestructura y tecnología: es la inversión en infraestructuras y tecnologías apropiadas para mejorar la captación, almacenamiento y distribución de agua, así como la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la adopción de cultivos resistentes a la sequía.
Planificación de políticas públicas: es la elaboración e implementación de planes de prevención y mitigación de la sequía a nivel local, regional y nacional, que incluyan medidas como la promoción de la reutilización y reciclaje de agua, la educación y concientización pública y el establecimiento de marcos regulatorios adecuados.
Investigación y desarrollo: es el fomento de la investigación y el desarrollo de tecnologías y enfoques innovadores para abordar la sequía y sus impactos, incluyendo la mejora de la comprensión de los factores que contribuyen a la sequía y el desarrollo de soluciones adaptadas a las condiciones locales (IPCC, 2018).
Conclusiones
La sequía es un fenómeno complejo y multifacético que afecta tanto a los ecosistemas naturales como las actividades humanas. Para enfrentar los desafíos que plantea la sequía, es necesario adoptar enfoques integrados y colaborativos que involucren a todos los sectores y actores. La inversión en investigación, infraestructura, tecnología y políticas públicas, así como la promoción de la gestión sostenible de los recursos hídricos y medidas de adaptación al cambio climático, son esenciales para reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de las comunidades y ecosistemas afectados por la sequía.
Cita correcta de este artículo
Ruíz, C.2024.Sequía Fenómeno Natural. Serie Noticias, Núm. 63. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 5p.
Fuentes consultadas:
- Ministerio para la Transformación Ecológica y el reto Demográfico (MITECO), España.
- Sistema Español de Información sobre el agua
- Wilhite y Pulwarty, 2017
- Valdivieso, A. 2024.
- Organización de las Naciones Unidas (ONU)
- Monitor de sequía en México. CONAGUA
- FAO
- GWO, 2021
- UNCCD, 2019
- Iagua
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