Febrero de 2019
Autor: Equipo Editorial INTAGRI
La Dirección General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera, a partir del 2010, se ha reestructurado para operar y certificar los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC), a través de la certificación de unidades productivas y empresas; la verificación y cumplimiento de las disposiciones oficiales; la autorización y aprobación de personas físicas y morales como coadyuvantes; del monitoreo de contaminantes y residuos tóxicos durante la producción primaria; y principalmente la aplicación de programas de inocuidad a nivel nacional con recurso federal.
Toda empresa interesada en obtener la Certificación por la aplicación las Buenas Prácticas Pecuarias, deberá cumplir con la normativa SENASICA-04-038 (Aviso de inicio de funcionamiento bajo la modalidad de unidad de producción primaria) y SENASICA-04-039 (para obtener el Certificado de Buenas Prácticas Pecuarias en unidades de producción primaria). La certificación tiene una vigencia de un año a partir de su fecha de emisión.
Para la certificación de BPP se consideran algunos aspectos esenciales
Ubicación, diseño y construcción de instalaciones
El diseño, la ubicación, el mantenimiento y la utilización de las instalaciones, deben ayudar a reducir al mínimo la introducción de peligros en el producto lácteo, estas deberán ubicarse en lugares donde no haya interferencia con zonas expuestas a contaminación fisca, química y microbiológica.
Alimentación del ganado lechero
La productividad animal, la inocuidad y la calidad de la leche, dependen de una adecuada alimentación del ganado, desde el punto de vista nutricional y sanitario.
El rendimiento de producción de leche de una vaca depende de cuatro factores principalmente: programa de alimentación, capacidad genética, manejo del hato y salud del hato. El productor debe adecuar los programas de alimentación para permitir a la vaca, desarrollar todo su potencial en cuanto a las características productivas y reproductivas, procurando que la ración diaria proporcione la cantidad y calidad adecuada de nutrientes que satisfagan los requerimientos de energía, fibra, proteína, minerales, vitaminas y agua.
El agua
El agua es un elemento esencial para el bienestar y productividad en los animales, un bovino consume como mínimo entre 60 a 100 litros al día.
Muchos de los contaminantes pueden llegar a las fuentes de abastecimiento de agua y amenazar la salud y seguridad de la empresa pecuaria, por tal motivo se debe inspeccionar periódicamente la instalación
hidráulica de la unidad de producción; el agua, independientemente de la fuente, debe ser analizada cada seis meses por laboratorios acreditados en contenido de bacterias totales, coliformes totales, coliformes fecales; así como evaluar la composición fisicoquímica anualmente.
El productor debe adecuar los programas de alimentación para permitir desarrollar todo su potencial en cuanto a las características productivas y reproductivas (Creative commons). |
El personal debe comprender la importancia de la rutina e higiene en el ordeño (Creative commons). |
Manejo del ordeño
Existen múltiples factores que pueden afectar la calidad e inocuidad de la leche: desde utensilios sucios, un ambiente contaminado, la falta de higiene del ordenador, hasta la presencia de mastitis.
El personal debe comprender la importancia de la rutina e higiene en el ordeño, debe garantizarse el bienestar animal, así como equipo y utensilios limpios y exclusivos para esta actividad. El diseño de la sala de ordeño debe facilitar las labores de limpieza y desinfección.
La sanidad del ganado
El Médico Veterinario Zootecnista (MVZ) es el único que puede diagnosticar y aplicar el tratamiento caso de alguna enfermedad.
Todas las unidades de Producción deben contar con un MVZ, el cual deberá implementar programas preventivos de desparasitación, realizar el diagnóstico oportuno de enfermedades, establecer tratamientos y administrar fármacos a los animales, indicando la dosis, vía aplicación, intervalo entre tratamientos y su duración, así como el seguimiento de las enfermedades de los animales hasta la recuperación de estos, etc.
El ganadero debe ser responsable de producir alimentos sanos, evitar la muerte de animales por enfermedad y la transmisión de enfermedades de los animales a los humanos (zoonosis). Los programas de prevención de enfermedades, diagnóstico y tratamiento oportuno contribuirán al mantenimiento de un hato sano.
Eliminación de desechos
Un protocolo de eliminación de desechos tiene por objetivo disminuir los peligros para la salud del ganado y la inocuidad de la leche. Nos permite proteger, mantener las fuentes de agua sin contaminantes y conservar la limpieza de las instalaciones. Una unidad de producción limpia y ordenada reduce el riesgo de enfermedades y plagas.
Control de fauna nociva
Entre la fauna nociva se encuentran las moscas, cucarachas, roedores y aves, etc., que además de transmitir enfermedades, ocasionan mermas en los almacenes de alimentos. Estas plagas proliferan cuando existen deficiencias en la limpieza y el orden de la unidad de producción.
Bioseguridad
La bioseguridad es el establecimiento de una serie de medidas que evitan o reducen la introducción de enfermedades a la unidad de producción. Son barreras para evitar la introducción de agentes causantes de enfermedades como las bacterias, parásitos y virus.
Comienza desde la prohibición del ingreso de personas y animales ajenos a la empresa a través del cercado. Las medidas a aplicar deberán ser prácticas, de rutina, fáciles de aplicar y vigilar.
Capacitación
Debe enfatizarse la importancia de realizar un adecuado manejo del establo, del ordeño y de la leche, favorece que empleados y propietarios tomen conciencia sobre pertenecer a un eslabón de una cadena para producir con calidad e inocuidad. Debe establecerse un programa de capacitación semestral para el personal sobre las buenas prácticas pecuarias con listas de asistencia o constancias.
Identificación, trazabilidad y retiro
La trazabilidad corresponde a la posibilidad de encontrar y seguir el rastro de un producto a través de sus etapas de producción, transformación y distribución. La trazabilidad, se puede dividir en dos fases.
Trazabilidad hacia adentro: es la que se aplica dentro de la unidad de producción.
Trazabilidad hacia afuera: es la que se implementa fuera de la unidad de producción.
Bienestar animal
El bienestar animal dependerá de la habilidad para mantener sano y libre de sufrimiento al ganado. Para poder evaluar si nuestro ganado goza de bienestar animal, se observa si reciben una provisión de una dieta, manejo y alojamiento adecuados y a través de indicadores basados en el animal.
Debe establecerse un programa de capacitación semestral para el personal sobre las buenas prácticas pecuarias (Creative commons). |
Estos diferentes indicadores son:
Fisiológicos, comportamentales y de producción. Así mismo, se deberá considerar lo que se establece en la NOM-033-ZOO-1995 y la NOM- 051- ZOO-1995 en relación al Bienestar Animal.
En el “Curso Teórico Práctico de Buenas Prácticas Pecuarias en Rumiantes Productores de Leche” describiremos con detalle los puntos clave para la Certificación en Buenas Prácticas Pecuarias, lo cual, no sólo beneficiará el comercio, sino que contribuirá a hacer más rentable la producción, evitando la introducción de contaminantes a la unidad de producción, mejorando la salud y bienestar de los animales e incrementando la vida de anaquel del producto, lo que se verá reflejado en la rentabilidad del negocio.
Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2019. Puntos Clave para la Certificación de Buenas Prácticas Pecuarias. Serie Ganadería, Núm. 20. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.
Fuentes Consultadas
Manual de Buenas Prácticas Pecuarias en Unidades de Producción de Leche Bovina. 2012. SENASICA.
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