Introducción
El análisis foliar es una técnica que tiene tres objetivos principales: diagnosticar el estado nutrimental de las plantas, identificar las causas de un síntoma visual y corroborar la efectividad del programa de nutrición. Esta herramienta muestra los niveles de nutrientes en la hoja y de esta manera diagnostica el estado nutrimental de la planta. Los valores obtenidos permiten tomar medidas correctivas oportunas para evitar mermas en rendimientos y calidad de las cosechas. Los frutos de las berries son órganos sensibles a la falta de nutrientes, por lo que una deficiencia durante su crecimiento y desarrollo puede repercutir en la calidad final del fruto. Un exceso o una deficiencia de nutrientes puede manifestarse en forma de fisiopatías en el fruto (Más información en: Fisiopatías en Berries: Arándano y Fresa).
Metodología para la toma de muestras
El principal objetivo de una producción intensiva es alcanzar los más altos rendimientos, y para lograrlo es imprescindible conocer el estatus de fertilidad del suelo y la nutrición de la planta durante el ciclo agrícola. La efectividad del análisis foliar depende de una adecuada selección del material que se enviará al laboratorio, de lo contrario un mal muestreo puede representar pérdidas económicas si las muestras tomadas reflejan un estado diferente al real.
Figura 1. El análisis foliar permite determinar la causa real de los síntomas visuales, ya sea por deficiencias o toxicidad. Fuente: Intagri |
1) Determinar homogeneidad. Para la toma de muestras es recomendable colectar por zonas con las mismas características visuales considerando que sea la misma variedad, en caso contrario por variedades si se tienen distintas en un mismo lugar. También se debe tomar en cuenta la edad de las plantas, diferencias en los programas de nutrición y aplicaciones previas de agroquímicos. Las muestras de cada zona se deben de etiquetar con letras o números para que los resultados indiquen únicamente el estado nutrimental de esa área.
2) Definir extensión. La toma de muestras de un mismo grupo no debe abarcar una zona muy extensa, máximo 5 hectáreas para que sea representativo de una zona, considerando que sea homogénea y hasta 4 hojas por planta. El recorrido en el terreno se puede hacer en diagonal (de las esquinas hacia el centro) o en zigzag.
3) Selección del tejido a muestrear. La identificación del órgano a muestrear se hace con base al tipo de cultivo y la etapa del mismo para determinar el momento óptimo (Cuadro 1). Se prefieren las hojas más recientemente maduras (HMRM) porque es cuando recién terminan su crecimiento, además se evita colectar hojas que alteren los resultados como aquellas con daños por plagas, enfermedades, quemaduras por agroquímicos o con recientes aplicaciones foliares, para evitar variaciones en la concentración de nutrientes.
Cuadro 1. Etapa, órgano y tamaño de muestra para análisis foliar de berries. Fuente: Fertilab, s/f. |
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Cultivo |
Etapa de muestreo |
Órgano |
Tamaño de muestra |
Fresa |
Vegetativa |
Trifoliolo recién maduro |
30 hojas |
Arándano |
Post-cosecha |
4ta, 5ta y 6ta hoja madura a 45 cm del ápice de la planta |
50-75 hojas |
Frambuesa |
Floración |
Hoja trifoliada madura a 45 cm del ápice de la planta |
40-60 hojas |
Zarzamora |
Floración a fructificación. |
Hoja madura a 45 cm del ápice de la planta |
50-75 hojas |
4) Tamaño y toma de muestras. Hay diferencias en los hábitos de crecimiento entre las plantas de berries, por lo tanto la selección se hace de manera diferente, como ejemplo la fresa y frambuesa cuentan con una hoja trifoliada, esto quiere decir que se compone de tres partes aparentemente divididas pero que cuentan como una sola hoja (Figura 2). El número de hojas necesarias para el análisis cambia por cultivo y para el laboratorio es importante contar con suficiente material de trabajo, en este caso serán las hojas colectadas. Para la colecta se usa una bolsa de papel previamente identificada con el cultivo, la variedad, zona de muestreo, edad de la planta y número total de muestras.
5) Preparación de muestra. El traslado al laboratorio se realiza en un periodo no mayor a 3 días y conservando las muestras a una temperatura baja sin llegar a congelarlas, tampoco exponerlas directamente a los rayos del sol. En caso que las hojas hayan estado en contacto con aplicaciones foliares es recomendable lavar con detergente libre de fosfatos a una concentración de 2 %, enjuagar y eliminar el exceso de detergente con agua limpia.
Figura 2. Localización del órgano a muestrear en a) zarzamora, b) frambuesa, c) fresa y d) arándano. Fuente: Intagri. |
6) Interpretación. Esta se hace una vez que se obtiene un reporte de resultados del análisis, se comparan los resultados con datos de niveles de referencia para cada cultivo y se determina la suficiencia o deficiencia de nutrientes (por ejemplo Cuadro 2). Por último se pueden tomar distintas medidas con base a los resultados: se identifica el o los elementos con baja o excesiva concentración que causan síntomas visuales, se corrigen las deficiencias con aplicaciones de nutrientes o se continúa con el programa de nutrición.
Cuadro 2. Niveles de referencia de porcentaje de N foliar para fresa. Fuente: Castellanos, 2016 |
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Elemento |
Muy bajo |
Suficiente |
Muy Alto |
Nitrógeno |
Menor a 2.0% |
2.20-2.70% |
Mayor a 3.20% |
INTAGRI. 2017. Análisis Foliar en las Berries. Serie Frutillas Núm. 13. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.
Fuentes consultadas
- Castellanos, R.J.Z. 2016. Fertirrigación en Berries. Sesión del Diplomado Internacional en el Cultivo de Berries. Intagri. Gto., México.
- Fertilab. s/f. Manual de Muestreo de Suelo, Planta y Agua. 3ra Ed. Gto., México. 8-19 p.
- Pinochet, D.; Maraboli, A.; Artacho, P.; Toro, M. 2013. Fechas Óptimas de Muestreo para Análisis Foliar en Arándanos Cultivados en el Sur de Chile. Universidad Austral de Chile. 1-2 p.
- CTA. 2016. Método para la Toma de Muestras Foliares. Centro Tecnológico Agropecuario (CTA) Cinco Villas. España. 3 p.
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