Autor: Jesús Salvador Ruiz Carvajal
El vino data de muchos miles de años; las más recientes evidencias científicas encontradas por los historiadores, donde consta que se elaboró vino procedente de uva (Vitis vinifera) por primera vez en la historia de la humanidad fue en el valle de Zagros (Hoy Irán, Irak y Turquía). Se sabe por la determinación de ácido tartárico en analíticas realizadas a trazas encontradas en recipientes de barro.
La larga tradición del cultivo de la vid para la producción vinícola tiene ya miles de años, y a lo largo de todo ese tiempo, la elaboración de vino y su consumo se ha ido extendiendo por todo el mundo. Así, hoy en día se puede encontrar varios países en los que destaca alguna región vitivinícola de cierta importancia.
Esta gran riqueza de opciones donde elegir es un auténtico paraíso para el verdadero aficionado al vino, ya que la posibilidad de descubrir cada día un vino diferente no es lago virtual, sino que es algo palpable y accesible. Pero más allá del arraigo del cultivo de la vid y de la elaboración de vino a lo largo y ancho de todo el mundo y de sus diferentes zonas vitivinícolas, lo cierto es que la mayor parte del volumen de la producción mundial de vino, en torno a un 80%, se concentra en 10 países productores más importantes: Italia, Francia, España, Estados Unidos de Norteamérica, Argentina, Australia, Chile, Sudáfrica, Alemania y Portugal.
Italia
Según datos de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, Italia fue en 2019 el principal país productor de todo el mundo, con un 18.3% de la producción global. Completando el podio de los principales países en cuanto a producción vinícola acompañan a Italia, desde hace años e intercambiándose las posiciones, Francia y España. Italia cuenta con más de 20 grandes regiones vinícolas en las que se producen algunos de los vinos más prestigiosos del mundo.
Las principales variedades de uva empeladas en estas regiones son: Merlot, Montepulciano, Sangiovese, Pinot Grigio, Nero d´Avola y Trebbiano. Siendo uno de los países mediterráneos por excelencia, el clima es uno de los secretos de la gran proliferación de zonas vinícolas en Italia y de la excepcional calidad de sus vinos.
Las regiones de Toscana, Piamonte, o Véneto son algunas de las regiones productoras más importantes del país, aunque muchas otras gozan también de gran prestigio internacional, como Emilia-Romaña, Sicilia, Lombardía, Puglia o Cerdeña.
Figura 1. Viñedos de la Región de Italia |
Francia
Francia suele situarse año tras año, entre los tres primeros puestos del ranking de países productores de vino, alcanzando en 2019 un 16.2% de la producción mundial total.
Este país suele ser los más influyentes para el resto del mundo a la hora de depurar los métodos de cultivo y elaboración. El país reúne unas 18 grandes regiones vinícolas, muchas de las cuales albergan a su vez decenas de las Denominaciones de Origen (DO) más prestigiosas del mundo.
Destacan las Regiones de Burdeos, Borgoña, champagne, Alsacia, Beaujolais, Valle del Loira, Languedoc-Rosellón, Valle del Ródano y Provenza, entre otras muchas.
Las principales variedades de uva que se puede encontrar en los vinos franceses son casi interminables, pero a grandes rasgos, las más empleadas son: Garnacha, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Cabernet Franc o Pinot Noir.
Figura 2. Viñedos de la Región de Francia |
España
El caso de España es bastante similar al de Francia. Con un 12.9% de la producción vinícola mundial, suele ocupar desde hace años alguno de los primeros puestos de los países productores, siendo además el primer país en cuanto a extensión de cultivos de vid. los principales vinos del país se elaboran con variedades como: Tempranillo, Garnacha, Airén, Cariñena, Bobal, Albariño, Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Pedro Ximenez y Palomino.
Como pasa en Francia, el país abarca un sinfín de zonas vinícolas y Denominaciones de Origen (DO) prácticamente inacabable. En este sentido, en la actualidad se cuenta con 67 Denominaciones de Origen y las dos Denominaciones de Origen Calificada (DOC): Rioja y Priorat. Como no puede ser de otra manera, nos quedamos con Rioja.
Rioja
Con unas 65,000 ha de viñedos y alrededor de unas 600 bodegas diferentes, la región vinícola de La Rioja es una de las más prestigiosas del mundo y posiblemente la más conocida del país. Los vinos producidos en esta región abarcan viñedos de las comunidades autónomas de La Rioja, Castilla y León, el País Vasco y Navarra, reunidos a su vez en tres subzonas: Rioja Alta, Rioja Oriental y Rioja Alavesa, mostrando los vinos de cada región las diferencias climáticas de cada una de ellas.
Las principales variedades de uva empleadas en la elaboración tradicional de los vinos de La Rioja son, para los tintos: Tempranillo, Garnacha, mazuelo y Graciano; y para los blancos: Viura, Malvasía Y Garnacha.
La región de La Rioja es una de las de más antigua tradición vinícola en el país, reuniendo a varias de las bodegas más longevas de España y del mundo. Como es el caso de Bodegas Franco-españolas, con más de 130 años de historia y con vinos de referencia internacional como Bobal o Diamante.
Figura 3. Viñedos de La Rioja, España |
El vino más viejo del mundo
¿Probarías el vino más viejo del mundo? La botella de vino más antigua del mundo se conserva en Speyer, Alemania y tiene más de 1600 años. También conocida como “Romerwein aus Speyer”, el “vino romano de Speyer”, se calcula que esta botella se ha conservado sin abrir casi más de 1,600 años. La botella de Speyer fue descubierta en 1867, durante una excavación arqueológica en lo que actualmente es el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de Alemania. Los arqueólogos tenían por objetivo excavar los restos de un antiguo asentamiento romano del siglo IV d. C., cerca de lo que hoy en día es la ciudad de Speyer.
En la tumba de un noble, probablemente un legionario romano, encontraron dos sarcófagos con un cuerpo de una mujer y el de un hombre respectivamente. Entre las seis botellas de cristal que encontraron en el sarcófago de la mujer y las diez vasijas que había en el sarcófago del hombre, sólo uno de los recipientes todavía estaba entero y conservaba su contenido. Se estimó que su contenido se elaboró entre el 325 y el 350 d.C.
Figura 4. La botella de vino más antigua tiene más de 1600 años Fuente: DPA Picture Alliance |
La botella y su contenido
Lo que encontraron los arqueólogos fue una botella con capacidad de un litro y medio, con dos mangos en forma de delfines. El uso de botellas de cristal en la época de los romanos era inusual, por tratarse de un material demasiado frágil. Su contenido, conservado también hasta el día de hoy, puede verse a simple vista que es una mezcla de varios elementos. Cuando fue estudiado con mayor detalle, pese a que era claro que ya no conservaba etanol.
Se llego a la conclusión que en buena parte fue vino. La botella también había sido rellenada con una mezcla de hierbas, y seguramente, para su mejor conservación, una buena cantidad de aceite de oliva que sirve de capa protectora para evitar la evaporación. La botella se selló con cera caliente.
Aunque se valoró abrir la botella para analizar en un laboratorio su contenido, nunca se ha llegado a abrir por miedo a cómo reaccionaría su contenido cuando fuera expuesto al aire. Ahora mismo se conserva en el Museo de Historia Pfalz y no se ha observado cabio en los últimos 25 años.
La historia de la viticultura en México comienza con las primeras vides que fueron traídas por los conquistadores españoles. Los sembradíos comenzaron a extenderse a partir de la ciudad de México, capital del virreinato, hacia las regiones septentrionales: Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí. Alcanzando luego un gran desarrollo en el Valle de Parras, Coahuila, Baja California y en el estado de Sonora. En esa época se desarrollaron algunos plantíos en Puebla.
A finales del siglo XIX, la familia Concannon, pionera de la viticultura en California persuadió al gobierno mexicano que aprovechara el potencial vitivinícola del país; introduciendo así, cantidad de variedades francesas en México. En el año de 1895. El gobierno mexicano comenzó a extender la plantación de las vides. Este esfuerzo acabaría en 1900, cuando la plaga filoxera destruyó gran parte de la viticultura en México.
Los vinos mexicanos empezaron a producirse seriamente en 1920, pero aún no se lograba que tuvieran buena calidad. Los productores de vino mexicano se dedicaron a tecnificar y pulir sus procesos hasta nuestros días. A finales de los años 80, es cuando inicia la época de la producción de los vinos premium o de alta gama en México. A principios del 2000 se da un surgimiento de pequeñas superficies, cuya producción es muy limitada, pero el vino que producen es de calidad.
Cita correcta
Salvador, J. 2022.Las principales zonas vitícolas del mundo. Serie frutales. Núm. 96. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 6 p.
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