El Potasio y la Calidad en Cítricos

México se encuentra entre los primeros cinco países productores de cítricos en el mundo, con una superficie cultivada cercana a las 550 mil hectáreas. La citricultura en México la conforman los cultivos de limón, naranja, toronja, mandarina y lima. La naranja ocupa el primer lugar en el país con un 63 % de la superficie citrícola, le siguen el limón mexicano y el limón persa con un 23 %, mientras que el restante se distribuye entre la toronja, mandarina y lima.  Cabe destacar que el estado de Veracruz es el mayor productor de cítricos, con una producción anual superior a las 3.5 millones de toneladas.

Importancia del potasio en cítricos

Uno de los aspectos que más incide en el rendimiento de los cítricos es el manejo de la nutrición, especialmente cuando los árboles entran a la etapa de floración y fructificación. En cítricos, el potasio es el elemento extraído en mayor cantidad por la planta, después del nitrógeno. Cumple funciones fundamentales en la fisiología de los cítricos, tales como la regulación de la apertura estomática, activador enzimático, la multiplicación celular, síntesis y transporte de hidratos de carbono y la tolerancia ante situaciones de estrés.

Otro factor que incide sobre la calidad de la fruta son las fisiopatías como el granulado, también conocido como slerocitosis. Bhargava et al. (1993) mencionan que la aplicación foliar de potasio en mandarinas, reduce la incidencia de la fisiopatía en 74 a 50 %. Otra alteración fisiológica es el bufado, que se caracteriza por tener la corteza del fruto delgada y blanda, que se hunde al presionarla con los dedos. Algunos autores señalan que un bajo nivel de K en las hojas se relaciona con frutos de tamaño pequeño y cáscara delgada. La cáscara delgada predispone a la partidura del fruto, a una ruptura de la cáscara en la zona del pedicelo en la cosecha y al bufado.

También es importante señalar que demasiado K puede incrementar el espesor de la cáscara, efecto no positivo en la calidad de la fruta. Los productores deben considerar todos los factores y encontrar un balance entre ellos, al determinar las dosis de fertilizante potásico a aplicar. Para ello se recomienda siempre partir de un análisis de suelo que indique el contenido disponible de potasio, para no sobredosificar.