Autor: Equipo Editorial INTAGRI
Los hongos fitopatógenos ocasionan numerosos daños al cultivo de tomate verde (Physalis ixocarpa representando pérdidas significativas de rendimiento y rentabilidad para los productores. Es necesario conocer la sintomatología que causan dichas enfermedades para poder identificarlas y hacer un manejo y control adecuados.
“Dampig-off” o “Secadera en plántulas”
Es una de las enfermedades más comunes en la mayoría de hortalizas y cultivos de grano. Es causada por un complejo de hongos que incluye a Fusarium solani, Fusarium oxysporum, Rhizoctonia solani y Pythium sp, comúnmente encontrados en semilleros, mientras que Macrophomina phaseolina y Sclerotium rolfsii suelen dañar plantas en campo abierto. En el tomatillo el ‘damping off’ se puede presentar cuando la siembra es directa, aunque los mayores problemas se presentan en los semilleros o charolas bajo invernaderos.
El síntoma más común en semilleros es el secado de las plantas, es común ver que emerjan y se sequen de manera súbita, algunas son raquíticas, pálidas, de menor tamaño y terminan por secarse días después de que nacen. El hongo se alimenta de las raíces y generalmente avanza hacia la base del tallo provocando ahorcamiento en la planta. En campo abierto se pueden apreciar grandes tramos de plantas enfermas o muertas, que se van extendiendo con el paso de los días, fenómeno que se incrementa con el salpicado del agua de riego.
Factores que favorecen la enfermedad
Los hongos del complejo “damping off” están adaptados a vivir en el suelo, son altamente resistentes a sequías, al exceso de agua y tolerantes a varios fungicidas; en los invernaderos pueden sobrevivir en los residuos de sustrato de charolas contaminadas. Algunos de estos hongos pueden encontrarse en el agua de riego, es muy común encontrarlos en los depósitos que abastecen de agua a los invernaderos. Frecuentemente se diseminan mediante los implementos o herramientas de labores agrícolas que han estado en contacto con suelos o plantas infestadas.
Figura 1. Daños en el tallo de la planta por Fusarium Foto: Dr. Javier Tello |
Manejo preventivo y correctivo
Aunque la “secadera” está muy relacionada con el uso de semilla contaminada, actualmente en el mercado no se cuenta con semilla certificada libre de patógenos; por lo que se tiene la necesidad de desinfectarla para prevenir brotes de plantas enfermas. La semilla puede limpiarse mediante la aplicación de hipoclorito de sodio, que es el ingrediente del cloro doméstico.
El tratamiento con cloro elimina los hongos presentes en la testa de la semilla, pero no evita los daños cuando es sembrada en campos o charolas contaminadas. Se recomienda adicionar un fungicida a la semilla que ayude a proteger en la germinación y a la planta durante tres semanas aproximadamente después de que emerja. En suelos pesados y mal nivelados es común el desarrollo de la enfermedad debido al poco drenaje, en siembras muy profundas se retarda la emergencia y aumenta la incidencia, sobre todo cuando los suelos tienen exceso de humedad.
En la producción de plántula de tomatillo se deben tomar en cuenta las siguientes medidas preventivas:
- Usar charolas nuevas o bien desinfectadas
- Utilizar semilla sana y desinfectada
- El uso de agua de riego debe ser libre de patógenos
- Acceso restringido a los invernaderos; uso de tapetes sanitarios
- Programas de fertilización balanceados
- Opcionalmente y como recomendación se puede inocular el sustrato o las plántulas con productos biológicos como Trichoderma spp, Bacillus subtilis o micorrizas que ayuden considerablemente a la protección del cultivo.
En el caso de que se detecten daños por “damping off” se recomiendan las siguientes medidas correctivas:
- Eliminar oportunamente las primeras plantas enfermas que se detecten
- Llevar a cabo un plan de aplicación de fungicidas
- Se debe evitar el trasplante de material enfermo o procedente de invernaderos contaminados
- En campo no se aconseja la aplicación de fungicidas al follaje, ya que no se obtiene efecto alguno en el control.
Biocontrol
El control biológico de esta enfermedad ha tomado mayor relevancia en los últimos años. Una de las alternativas consiste en la aplicación de microorganismos antagónicos de los patógenos en el suelo. El uso de especies fúngicas del género Trichoderma ha sido evaluados con resultados positivos, algunas especies de este hongo han demostrado ser antagonistas de Pythium, Rhizoctonia, Sclerotium, Fusarium y Phytophthora.
Figura 2. Síntomas de daño por Phytophthora en la raíz. Foto: Dr. Javier Tello |
Se ha encontrado que Trichoderma lleva a cabo su antagonismo contra los patógenos de las plantas por degradación y posterior asimilación de su contenido celular. Esta actividad antifungica involucra la producción de antibióticos, incluyendo compuestos que afectan la integridad de las membranas fungosas, competencia por nutrimentos clave y la producción de enzimas que degradan la pared celular de los hongos. Algunos estudios reportan que Trichoderma koningii (cepa Th003) ha obtenido entre 70 a 100% de control bajo condiciones de invernadero frente a patógenos como Fusarium oxysporum f.; Rhizoctonia solani y Phythium splendens. Esto ha dado como resultado el incremento de producción masiva de este hongo biocontrolador sobre varios sustratos usando técnicas de fermentación tanto líquida como sólida para la obtención de conidios.
Por otro lado algunas investigaciones afirman que el uso de Trichoderma harzianum junto con humus de lombriz presenta mayor control de hongo en las plántulas de poca edad ante el ataque de damping off. Trichoderma viride se relaciona para el control de patógenos resistentes a los fungicidas de uso común. Los hongos Trichoderma actúan por medio de la competencia por sustrato, la producción de sustancias fungotóxicas y la inducción de resistencia por medio de fitoalexinas. Tiene una acción de hiperparasitismo, que es la acción del microorganismo que parasita a otro organismo de su naturaleza, es decir lo utiliza como alimento, compite por espacio y nutrientes como los hongos patógenos.
Otro microorganismo muy estudiados por su acción de control en hongos entomopatógenos es Bacillus subtilis, se le atribuye la síntesis de diferentes metabolitos entre los cuales se encuentran enzimas, péptidos con actividad antifúngica al complejo de hongos damping off. Se ha reportado mayor eficacia ante F. solani, indicando un efecto antagónico frente a este hongo al detectar su crecimiento por los metabolitos excretados, provocando una disminución del crecimiento del micelio del hongo en un 67% de inhibición. Mientras que para F. sporotrichois se reporta una inhibición del 50%. Otros reportes afirman que la aplicación de B. amyloliquefaciens ha inhibido en un 51 % el daño por F. oxysporum en tomate. La actividad antagónica de Bacillus se debe a varios mecanismos como la competencia por la colonización de la rizosfera, así como a la producción de antibióticos de la familia iturina, que se asocia a actividad antifúngica. Los atributos que poseen microrganismos como Trichoderma y Bacillus son de gran utilidad para el control biológico de fitopatógenos con origen en el suelo, lo que puede disminuir el uso de fungicidas sintéticos.
Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2021. “Damping off” en Tomate Verde de Cáscara. Serie Fitosanidad, Núm. 135. Artículos técnicos de INTAGRI. México. 4 p.
Literatura consultada
- FPS 2005. Memoria-Jornada de Tecnología de Producción de Tomatillo. Fundación Produce Sinaloa, A.C. 74 p.
- ICAMEX. Cultivo de Tomate de Cáscara. Instituto de Investigaciones y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal. 2 p.
- Armenta, C. C. 2000. Guía para Producir Tomatillo en el sur de sonora. CEVAY-CIRNO- INIFAP. Folleto para productores. 18:24.
- Reveles, T. L. R.; Salas, M. S.; Castañeda, L.; Castillo, M. 2018. Identificación molecular de las Presencia de Fitoplasma en el Cultivo de Tomatillo (Physalis ixocarpa) en Zacatecas. INIFAP. Centro de Investigaciones Regional Norte Centro, Campo Experimental Zacatecas. 93:52.
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