El potasio (K+) es un macronutriente esencial para las plantas, las cuales necesitan cantidades elevadas de este nutriente, incluso semejantes a las necesidades del nitrógeno en algunos casos. Cumple un papel importante en la activación de más de 60 enzimas que actúan en diferentes procesos metabólicos, dentro de los más importantes están la fotosíntesis y la síntesis de proteínas y carbohidratos. Actúan en el balance en agua y en el crecimiento meristemático (Mengel y kirkby, 1987). En términos prácticos significa que el potasio actúa sobre el crecimiento vegetativo, fructificación, maduración y calidad de los frutos.
El potasio en el suelo se encuentra en cuatro formas, las cuales difieren en su disponibilidad de potasio para los cultivos. De mayor a menor disponibilidad esta: potasio en solución, potasio intercambiable, potasio no intercambiable y potasio mineral (García y Quinke, 2012).
La fijación del potasio
La cantidad de potasio en la solución del suelo es mínima y rápidamente es absorbido por las plantas por estar inmediatamente disponible. Cuando este potasio es absorbido y extraído por las plantas, es renovado y restituido inmediatamente por la cesión de formas menos fácilmente accesibles ubicadas en las zonas de adsorción de los coloides minerales y orgánicos del suelo. El proceso de adsorción-desorción es el que repone y equilibra la concentración de potasio de la solución del suelo (Conti, s/f). Cuando la concentración potásica de la solución ha disminuido hasta un mínimo (potasio intercambiable mínimo), el mismo es liberado de las interláminas de las arcillas (potasio fijado) para reponer el potasio de la solución del suelo. Ante la fuerte extracción de potasio por los cultivos, el potasio no intercambiable juega un papel fundamental en la nutrición potásica cuando la forma intercambiable es insuficiente, pero es importante aclarar que el potasio no intercambiable pasa a la solución con mucha menor velocidad que el intercambiable.
Figura 1. Ciclo del potasio (K+) en el suelo. Fuente: Intagri, 2017. |
El proceso de fijación de potasio es común en suelos que en su constitución mineralógica contienen principalmente arcillas del tipo illitas y esmectitas. Cuando a estos suelos se les agrega potasio proveniente de fertilizantes, en realidad este ocupa en primera instancia los lugares interlaminares.
Figura 2. Fijación de potasio (K+) en minerales illiticos. Fuente: Adaptado por Intagri (2017) de Conti, S.f. |
Por otro lado, cuando los sitios de fijación se encuentran poco saturados, el ingreso de potasio al sistema puede implicar una disminución de la disponibilidad actual del nutriente para el cultivo, pero una fuente de reserva futura. Aunque la anterior es quizá la principal razón de fijación de potasio, ésta también puede surgir por factores térmicos, que producen la apertura de las estructuras de los minerales micáceos, favoreciendo la liberación de este elemento y la saturación potásica del suelo.
Los valores de potasio fijado aumentan a un nivel máximo, después del cual los valores de fijación suelen ya modificarse poco debido a la saturación de los sitios del complejo de intercambio. Por esta razón, es importante estudiar los mecanismos responsables de la fijación-liberación de cada suelo para poder implementar estrategias de manejo de la fertilidad buscando incrementar la eficiencia de la fertilización potásica (Conti, 2004).
Comentarios finales
En resumen entendemos por potasio fijado al potasio no intercambiable, el cual se encuentra acumulado en el espacio interlaminar de las arcillas. Cuando hablamos de fijación, debe entenderse en un sentido relativo, ya que el potasio fijado puede estar luego disponible para ser absorbido por las raíces de las plantas. Las arcillas tipo 2:1 como el caso de la illitas, son las que ocasionan mayor fijación de potasio en el suelo. Otros factores que aumentan la fijación aparte de los ya mencionados son la humedad y el pH del suelo. El primero sucede cuando el contenido de humedad en el suelo es bajo, es decir, conforme el suelo se seca aumentan las posibilidades de fijación de potasio; es un fenómeno variable y también depende de la naturaleza del material. Por su parte, cuando el pH se reduce las posibilidades de fijación de potasio se reducen, esto por la aparición de polímeros de hidroxialuminio.
Figura 3. Capacidad de Fijación de los suelos con diferentes dosis de potasio. Clases de arcillas distintas (Argiudol Típico 25 % illita; Paleohumult 55 % caolinita-óxidos; Andisol 8 % arcilla alofan-caolinita; Argiudol Acuico 20 % esmectita). Fuente: Gonzalez et al., 1999. |
Cita correcta de este artículo:
INTAGRI. 2017. Fijación de Potasio en el Suelo. Serie Suelos Núm. 31. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 3 p.
Fuentes consultadas:
García, L. A.; Quinke, A. 2012. El Potasio (K) en la Producción de Cultivos de Invierno. Serie Actividad de Difusion No. 677. INIA. Argentina. 9-14 pp.
Conti, M. E. 2004. Dinámica de la Liberación y Fijación de Potasio en el Suelo. Facultad de Agronomía. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina. 14 p.
Moscatelli, G.; Luters, A.; Gómez, L. A. 2001. Niveles de Disponibilidad y Reserva de Potasio en Argentina. INTA-CIRN: Instituto de Suelos. Castelar, Buenos Aires, Argentina. 13-59 pp.
Sanzano, A. s/f. El Potasio del Suelo. Química del Suelo. Catedra de Edafología. Cartilla Técnica. Facultad de Agronomía y Zootecnia. Tucumán, Argentina. 3 p.
De ahí porqué se utiliza un 60 por ciento en la aplicación de fertilizantes químicos