Importancia de la Bioestimulación en el Cultivo de Rosas bajo Invernadero


Febrero de 2019

Autor: Ing. Agr. Diego Tipanta

[email protected], ECUADOR

La floricultura en la sierra centro y norte del Ecuador se viene desarrollando desde la década de los 80 y toma un gran impulso en los años 90´s, ya que las condiciones agroclimáticas (suelo, agua, microclimas luminosidad, etc.) en estas provincias son ideales para el desarrollo de cultivares de rosa de calidad y por estos motivos las rosas ecuatorianas son de gran aceptación y prestigio a nivel mundial ya que cumplen exigentes estándares de calidad.

Esto sin duda es una gran ventaja frente a otros países productores de rosas, pero a la vez un gran reto para los técnicos que se desempeñan en la producción de rosas bajo invernadero, ya que durante la última década los cambios climáticos han tenido un gran impacto negativo en los cultivares, sobre todo los excesos de radiación UV, que año tras año se han incrementado y desencadenan un estrés oxidativo excesivo y muy perjudicial para las plantas (Torres, 2017).

Radiación UV

Para la ubicación geográfica anteriormente descrita es muy común que en el mismo día y en diferentes semanas se presenten condiciones climáticas extremas al interior de los invernaderos en donde a primeras horas de la mañana (6 am) se puede tener un amanecer con temperaturas iniciales de 2 a 4 °C y los índices de radiación UV entre 1 a 4. Entre las 10 am y 15 pm temperaturas de 12 a 32 °C y los índices de radiación UV entre 7 a 16, y en horas de la tarde (16 a 18 pm) temperaturas de 14 a 10 °C y los índices de radiación UV entre 1 a 6 (Figura 2). Todo este complejo de situaciones climáticas además de otros factores que son labores necesarias y continuas en este cultivo como lo son las podas y las aplicaciones fitosanitarias ha provocado que las plantas de rosas estén sometidas diariamente a fuertes condiciones de estrés (Torres, 2018).

cultivo de rosa bajo invernadero

Figura 1. Cultivo de rosas en producción continua.

Fuente: Tipanta, 2019.

Por tales situaciones se han buscado alternativas que permitan mantener y mejorar la calidad de las cosechas, así como incrementar los niveles de productividad que habían decaído en años recientes. Es aquí donde toma mucha importancia la bioestimulación ya que un bioestimulante es cualquier sustancia o microorganismo que, al aplicarse a las plantas, es capaz de mejorar la eficacia de éstas en la absorción y asimilación de nutrientes, tolerancia a estrés biótico o abiótico o mejorar alguna de sus características agronómicas, independientemente del contenido en nutrientes de la sustancia (Du Jardin, 2015).

 
Radiación en Pichincha, Ecuador

Figura 2. Radiación UV en la provincia de Pichincha – Ecuador.

Fuente: INAMHI, 2019.

 

Bioestimulación del cultivo

Las empresas florícolas buscan mantener producciones constantes durante todo el año e incrementan sus niveles productivos en determinadas épocas del año como lo es el día de San Valentín y el día de la Madre (Figura 1). Tal situación obliga a los técnicos a mantener sus plantas en óptimas condiciones para que estas puedan generar brotes constantemente y en todas sus fases fenológicas. Esta tarea se ha visto facilitada y ayudada por el uso constante y disciplinado de bioestimulantes de buena calidad.

Por lo anterior y el estrés causado al cultivo por el cambio de condiciones climáticas en la región florícola de Tabacundo- Ecuador, se realizó un estudio enfocado en el uso de dos tipos de bioestimulantes como son los aminoácidos y los extractos de algas, ya que presentan en su constitución una cantidad importante de productos que mitigan los impactos de estrés biótico y abiótico. Además, los extractos de algas presentan en su composición sustancias beneficiosas para las plantas como son las oligosacarinas (acción sobre procesos enzimáticos y hormonales) y betaínas (protectores cloroplásticos, previenen la oxidación de AIA) (Montesdeoca, 2017).

Adicionalmente se incluyó un regulador de crecimiento que promueve la síntesis endógena de brasinoesteroides ya que este tipo de sustancia cumple funciones de interés como elongación celular, función antioxidante e incrementos en la actividad fotosintética, entre otras (Torres, 2017).

El estudio hizo énfasis en la bioestimulación a nivel foliar y radicular, ya que ambos aspectos son complementarios como se describe a continuación:

  • Foliar: hojas activas, amplias, vigorosas y funcionales garantizan mayor área fotosintética lo que trasciende en tallos de mejor calidad, mayor cantidad de los mismos, así como buena acumulación de reservas para el próximo ciclo productivo (Figura 1).
  • Raíz: un sistema radical extenso y funcional garantiza una mayor área de exploración, así como una mayor área para intercepción y absorción de nutrientes esenciales para la planta además de una provisión adecuada de agua en las horas de mayor demanda. Un sistema radicular que se regenera constantemente produce de forma natural citoquininas las cuales promueven la brotación de nuevos brotes basales (Figura 3).
 
Raíces y tallos de rosa.

Figura 3. Sistema radicular (a) y brotación de basales (b,c).

Fuente: Tipanta, 2019.

 

Resultados

La técnica de bioestimulación generó impactos muy beneficiosos en las plantas, pues ayuda a las mismas a tener mayor tolerancia al estrés biótico y abiótico lo que permite obtener incrementos en productividad, así como mejorar características deseadas en el cultivo. Durante el ensayo realizado en Tabacundo- Ecuador se inició con el programa de bioestimulación a nivel foliar y radicular en la semana 21 del año 2017 y se pueden observar resultados más contundentes a partir de las cosechas de las primeras semanas en el año 2018 (Figura 4).

 
Producción de tallos exportables en 2017 y 2018.

Figura 4. Tallos exportables semanales durante el periodo 2017 y 2018, Tabacundo – Ecuador.

Fuente: Tipanta, 2019.

 

La cantidad de tallos obtenidos semana a semana durante el año 2018 fueron superiores a los obtenidos en 2017 durante el mismo periodo, lo que permitió corroborar que el uso disciplinado y constante de bioestimulantes es una herramienta útil y necesaria para que los cultivares de rosas mantengan su calidad y mejoren sus índices de productividad.

Otro punto importante que debemos destacar es que las plantas tratadas con bioestimulantes, con edades inferiores a 2 años de edad, alcanzan altos niveles de productividad mucho más rápido que los lotes que fueron cultivados sin bioestimulación continua (Figura 5).

 
Producción de lotes con y sin bioestimulación

Figura 5. Comparativo de producción de lotes con y sin bioestimulación, Tabacundo - Ecuador.

Fuente: Tipanta, 2019.

 

En la Figura 5 se aprecia claramente en color rosado como el lote testigo que no recibió bioestimulación alcanza los niveles más altos de producción a los 33 meses después de la siembra frente a los 21 meses que le tomó al lote en color café que si recibió bioestimulación continua además de que dicho lote superó en productividad al lote testigo.

La longitud de los tallos es un factor determinante en el cultivo de rosas ya que se obtienen mejores precios con la producción de tallos más largos. En la Figura 6 se observan los resultados en longitud obtenidos en el año 2018 donde se diferencian tres calidades de tallos: 40 cm (tallos de 40 a 49 cm), 50 cm (tallos de 50 a 59 cm) y calidad Premium de 60 cm (tallos iguales o mayores a 60 cm). Además se comparan los lotes que no recibieron bioestimulación en color azul y los que recibieron bioestimulación en color rojo. El resultado es muy evidente para el tratamiento con bioestimulación, ya que presenta un 20 % más de tallos en calidad Premium durante el periodo 2018.

 
Producción de tallos, según su calidad

Figura 6. Comparativo de producción de lotes con y sin bioestimulación en 2018, Tabacundo - Ecuador.

Fuente: Tipanta, 2019.

 

La distribución no acertada de costos por hectárea por mes que se destinan a cada rubro en las empresas florícolas son una de las principales limitantes para la implementación y uso de un programa de bioestimulación continua ya que la mayoría de fincas no lo considera de vital importancia a dicho proceso: no obstante, la investigación realizada demuestra que es muy necesario la implementación de un programa permanente de bioestimulación, ya que por lo detallado en los párrafos y gráficas anteriores tienen un impacto positivo y contundente sobre la calidad y productividad de las plantas. Además, se debe considerar que el costo promedio por hectárea por mes que se maneja actualmente en el sector (2600 USD) a través de una adecuada distribución porcentual por cada rubro si permitiría la inclusión de un programa para el uso de bioestimulantes.

 

 

Cuadro 1. Distribución porcentual de costos para el uso de agroquímicos en 4 fincas representativas del sector.

Fuente: Tipanta, 2019.

 RUBRO

Finca 1

Finca 2

Finca 3

Finca 4

 Fertilizantes

53%

45%

65%

60%

 Bioestimulantes

18%

4%

0%

10%

 Fungicidas e insecticidas

29%

51%

35%

30%

 

El cuadro anterior demuestra la distribución porcentual de recursos económicos para los principales rubros de agroquímicos que se manejan mes a mes en 4 explotaciones florícolas muy representativas del sector. La finca 1 es donde se realizó la investigación y destina el 18 % del presupuesto a bioestimulantes a nivel foliar y radicular, claramente la que más importancia da a este rubro por los beneficios obtenidos.

Conclusiones

  1. Las actuales condiciones climáticas afectan el desarrollo normal de los cultivos por lo que es necesario el uso de bioestimulantes para mitigar estos aspectos negativos, así como para mantener la calidad y mejorar la productividad de los cultivares.
  2. El uso adecuado y disciplinado de sustancias como aminoácidos y extractos de algas tienen efectos positivos y beneficiosos sobre las plantas ya que favorecen su óptimo desarrollo lo cual se ve reflejado en calidad y cantidad de tallos cosechados.
  3. Se debe trabajar la bioestimulación a nivel radicular y foliar ya que son dos aspectos complementarios para lograr altos rendimientos y excelencia en calidad.
  4. La implementación de un programa de bioestimulación continua no representa un gasto adicional, se lo debería considerar una inversión importante.

Cita correcta de este artículo

Tipanta, D. 2019. Importancia de la Bioestimulación en el Cultivo de Rosas bajo Invernadero. Serie Nutrición Vegetal, Núm. 128. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 7 p.

Literatura consultada

-Du Jardin, P. 2015. Plant Biostimulants: Definition, Concept, Main Categories and Regulation. Rev. Scientia Horticulturae, 196: 3-14 p.

-García, S. D. 2017. Bioestimulantes Agrícolas, Definición, Principales Categorías y Regulación a Nivel Mundial. Serie Nutrición Vegetal Núm. 94. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.

-Montesdeoca, S. 2017. Memorias Radiación UV – Mecanismos de defensa. NAR- ASPROAGRO - ECUADOR.

-Norrie, J.; Neyli, W. 2015. Extractos de Ascophyllum nodosum en la Producción Agrícola. Horticultivos. México.

-Pozo, C. M. A. 2017. Manejo de los Cultivos Frente a los Cambios Climáticos. Serie Nutrición Vegetal Núm. 95. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 6 p.

-Torres, C. 2017. Boletín divulgativo PROGRAMA ANTIOX – Valentín 2017. AGRITOP – ECUADOR.

-Torres, C. 2018. Boletín divulgativo PROGRAMA ANTIOX – Valentín 2018. AGRITOP – ECUADOR.

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