Autor: Equipo Editorial INTAGRI
El fertirriego es una práctica efectiva que ofrece mejorar el proceso de aplicación de los fertilizantes y el riego en cultivos hortofrutícolas. En berenjena (Solanum melongena), como en muchos otros cultivos, el fin del fertirriego es la aplicación de fertilizantes disueltos en el agua de riego en la proporción requerida por el cultivo, de acuerdo con su estado fenológico y en función de la calidad del suelo y agua de riego.
Factores a tomar en cuenta para establecer un programa de fertirriego
Cuando se estable cualquier cultivo hortícola por primera vez, es de suma importancia los análisis de suelo y agua para llevar a cabo las enmiendas oportunas. Posterior al establecimiento del cultivo, el análisis foliar en conjunto con los de agua y suelo serán fundamentales para la programación de los abonos, además:
- El empleo de tensiómetros facilita el manejo correcto del riego y así poder comprobar que los volúmenes de agua que se están aplicando son suficientes y oportunos.
- En suelos con buen drenaje se pueden emplear soluciones nutritivas más salinas.
- El uso de preparados comerciales a base de aminoácidos, ácidos húmicos y fúlvicos enriquecidos con microelementos, pueden ser usados cuando las plantas estén sometidas a condiciones desfavorables por frío o calor excesivo, ataques de patógenos o cuando el suelo tenga bajos niveles de materia orgánica o elevada salinidad.
- Se debe tomar en cuenta en terrenos con niveles altos de salinidad que una aportación elevada del abonado de fondo incrementa la concentración de sales afectando la germinación, por lo que en estos casos se recomienda la aplicación de abonado en cobertura.
Exigencias en agua
La planta de berenjena en invernadero está sometida a grandes evapotranspiraciones y posee un fuerte sistema de raíces que le permite explorar un gran volumen de suelo, en los terrenos enarenados y riego por goteo sus raíces son más superficiales.
Figura 1. La berenjena se considera una planta de alta demanda de nutrimentos. Foto: Intagri |
Riegos recomendados
Las cifras que se presentan son datos aproximados que pueden variar de un año a otro dependiendo de la climatología, el suelo y del agua, además de la gran variación de fechas de siembra.
- Se puede dar uno o dos riegos antes de la plantación, en fases de 400-500 m³/ha.
- El segundo riego debe ser después de la plantación, pero en menor volumen de agua; puede ser entre 110 a 150 m³/ha.
- Los riegos posteriores pueden ser 3 o 4 riegos ligeros, regando un día sí y otro no. A partir de los 10-12 días de la plantación, cuando se han dado 6 riegos en total, se dejará de regar entre 8 y 10 días con el fin de que la planta inicie el crecimiento del sistema radicular.
- Posteriormente se regará de acuerdo con el monitoreo de humedad del suelo, o considerando la radiación y evapotranspiración. En promedio, una planta joven a partir de la etapa vegetativa, en un día soleado requiere entre 1.5 a 2.5 litros de agua por día; y en días de alta radiación una planta adulta con alto índice de área foliar puede requerir hasta 5 litros por día. Al final del ciclo el consumo total de agua suele oscilar entre 5,000 y 6,000 m³/ha.
Exigencias en suelos y nutrientes
La berenjena se adapta bien a todos los terrenos, si bien prefiere los suelos sueltos, profundos, con buen drenaje, textura arcillo-arenosa y franco-arenosa, ricos en materia orgánica. Con respecto al pH prefiere los rangos entre 5.5 y 7, en suelos excesivamente ácidos puede haber problemas de fecundación por caída de flores; aunque puede tolerar suelos básicos hasta pH de 8. Los suelos muy alcalinos son susceptibles de originar deficiencias a las plantas por bloqueo de fósforo.
La berenjena tiene grandes exigencias nutritivas, se considera una planta de alta demanda de nutrimentos. Por lo que el aporte de abonos es importante para alcanzar altas producciones. Es muy exigente en nitrógeno pero los excesos pueden causar problemas de floración y cuaje, se estima que requiere de 3.5 a 5.2 kg de nitrógeno por cada tonelada producida. Mientras que el fósforo (P2O5) va de 1.5 a 2 kg/t, algunos reportes señalan que en temporada de fríos la aplicación de fósforo vía foliar resulta favorable ante la tolerancia a heladas. La demanda de potasio (K2O) es entre los 5.4 a 6.7 kg/t y de 0.5 a 0.9 kg/t de magnesio (MgO), el aporte de magnesio se recomienda cuando el suelo y el agua de riego son pobres en este elemento.
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Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2022. Fertirriego en Berenjena. Serie Horticultura Protegida, Núm. 44 Artículos técnicos de INTAGRI. México. 3 p.
Literatura consultada
- Reche, M.J. 2008. Agua, Suelo y Fertirrigación de Cultivos Hortofrutícolas en Invernadero. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. España. 376 p.
- Meza, S. A. A.; Ayala, A.; Buelvas, T. J. E.; Mestra, M.OY.; García, P. L. D. 2019. Fertirriego en la Producción intensiva de Berenjena (Solanunn melongena). Servicio Nacional de Aprendizaje. Montería, Colombia. 32 p.
- Kafkafi, U; Tarchitzky, U. 2012. Fertirrigación, Una Herramienta para una Eficiente Fertilización y Manejo del Agua. Instituto Internacional de la Potasa. Paris, Francia. 151 p.
- Valenzuela, C. J. L. 2003. El Cultivo de la Berenjena Bajo Invernadero. En Camacho, F. F. (coord.). Técnicas de Producción en Cultivos Protegidos (Tomo 2 de 2). Caja Rural Intermediterránea, Cajamar. España. 569-587 p.
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