Injerto en Cucurbitáceas


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Autor: Equipo Editorial INTAGRI

El injerto es una técnica que consiste en la unión íntima de una parte de una planta en otra, de tal manera que crecen y desarrollan como una sola planta. La parte superior o aérea, recibe el nombre de variedad, púa o injerto; mientras que la parte inferior o subterránea (raíz) se llama patrón, pie o portainjerto. Mientras que la variedad o injerto es la planta que se desea cultivar por sus cualidades organolépticas; el portainjerto o patrón proporciona alguna cualidad (vigor, tolerancia a enfermedades, sequías, etc.), que la hace más productiva, sin perjudicar la calidad de la cosecha.

En la actualidad, la técnica del injerto en cucurbitáceas está muy difundida y empleada. Sin embargo, el desarrollo de esta técnica a gran escala no se dio hasta la prohibición del bromuro de metilo como desinfectante del suelo. Además la prohibición del uso de otros productos fumigantes del suelo ha empujado aún más a los productores de cucurbitáceas a utilizar el injerto como sustituto o complemento de otros medios de desinfección como lo es la biofumigación o solarización. Obtener alimentos seguros es una exigencia en el mercado actual y el empleo de planta injertada es una técnica adecuada para este objetivo; además de ser compatible con esquemas de producción biológica u orgánica y los protocolos exigidos por las cadenas de distribución de alimentos.

Propósitos del injerto en cucurbitáceas

Aumento de vigor. El incremento en el vigor en una planta injertada permite reducir la densidad de plantación sin reducir la producción al mejorar la calidad de la fruta y permitir la conducción de un mayor número de tallos. Por otra parte, reducir la densidad de plantación significa que cada planta injertada es más rentable debido a que el sobrecoste producido por ella con respecto a otra sin injertar queda compensado o mejorado por el incremento en la productividad y/o permitiendo la producción en suelos altamente infestado por patógenos.

Planta de sandía injertada.

Figura 1. El injerto es una técnica que permite la unión de dos plantas, las cuales proporcionan alguna cualidad de interés.

Fuente: Victoria Huitrón, 2011.

Ciclo de cultivo más largo. Es producido por el aumento en el vigor de la planta injertada, permitiendo el rebrote del cultivo; pero conservando las características de calidad del fruto.

Incremento de la producción. Está relacionado también con el aumento de vigor que proporciona el portainjerto a la variedad, al proporcionar energía para la producción de un mayor tamaño y número de frutos.

Tolerancia a estreses abióticos. La planta injertada ayuda a soportar mejor las temperaturas extremas del suelo y el ambiente, ya que el aumento del vigor induce rusticidad; por lo que se tiene mayor adaptabilidad a fechas de plantación y retirada del cultivo. Algunos portainjertos mejoran la tolerancia a salinidad o al exceso de agua (anoxia).

Prevención o tolerancia a enfermedades. El injerto permite cultivar especies sensibles a ciertas enfermedades al utilizar portainjertos o patrones tolerantes o resistentes. Con esto se busca proteger a las plantas de enfermedades que se transmiten desde el suelo a la raíz y de ahí a la parte aérea, llegando a causar su muerte (Cuadro 1). El portainjerto resistente o tolerante a enfermedades del suelo se mantiene sano a pesar de encontrarse en un suelo contaminado y es capaz de proporcionar agua y nutrimentos a la parte aérea, simultáneamente recibe de ella los fotoasimilados necesarios para su crecimiento y desarrollo.

 

Cuadro1. Principales enfermedades del suelo que las planta injertadas de cucurbitáceas toleran o resisten.

Fuente: Miguel, A., 2011.

 Enfermedad

 Daños

Fusariosis de la sandía

Es un hongo vascular que bloquea el transporte de agua y nutrimentos.  Ocasiona marchitamiento de brotes y hojas en la planta adulta.

Fusariosis del melón

Hongo vascular que causa necrosis lateral del tallo con exudación de gotas de goma, terminando con la muerte de la planta.

Fusariosis del pepino

Se puede ver una coloración parda en los vasos vasculares. Los tejidos adyacentes se necrosan y se aprecian en el exterior exudados gomosos. Produce la muerte cuando afecta todo el sistema vascular.

Fusarium de las raíces de pepino

Se desarrolla una podredumbre en el cuello de la planta. Las plantas se marchitan y mueren a las pocas semanas.

Monosporascus

Solo o acompañado (Acremonium sp.) es causante del “colapso” o muerte súbita de plantas. Afecta en mayor proporción a melón que a sandía. El hongo Monosporascus sp. es termófilo e inicia afectando raicillas; después a la raíz principal y laterales, que terminan muriendo. Posteriormente se produce una desecación repentina y muerte de la planta.

Virus del cribado del melón (MNSV)

Afecta al melón principalmente, pero también llega a dañar a la sandía. La transmisión ocurre por el hongo Olpidium sp. Aparecen estrías necróticas en el tallo (sobre todo en el cuello de la planta) que pueden provocar la muerte de la planta.

Nematodos

Meloidogyne es prácticamente el único género que afecta a cucurbitáceas. Las sandías sin injertar presentan cierta resistencia; no obstante cuando están injertadas sobre calabacita puede llegar a causar daños de importancia. Los portainjertos interespecíficos son sensibles, pero compensan con el vigor que proporcionan y llegan a dar una buena producción en suelos contaminados. 

 

Fatiga del suelo. La repetición continua del mismo cultivo conduce a una reducción de los rendimientos y falta de vigor en las plantas, a pesar de no existir una causa patológica evidente. Este fenómeno es más notable en pepinos, sandía y melón que en otras especies de cucurbitáceas que se utilizan como portainjertos (Cucurbita moschata). Esto proporciona ventajas productivas a las plantas injertadas.

Unión del injerto

La unión se da por las células que forman ambas partes (portainjerto y variedad) después de realizado el corte. Las células conservan su identidad tanto del portainjerto como de la variedad, de tal modo que no mezclan sus contenidos celulares. En el proceso de unión se pueden distinguir dos fases; la primera, es una reacción de compatibilidad donde la división celular es muy activa en los tejidos adyacentes, produciéndose un aumento de traqueidas (células alargadas conductoras en el xilema). La segunda fase completa la unión, pues se restaura la continuidad vascular por la diferenciación de las traqueidas en elementos vasculares. La duración de cada fase va de entre 3 a 4 días.

En cucurbitáceas, el hipocotilo y epicotilo presentan una cavidad interna y, en la mayoría de los casos, seis haces vasculares. El injerto entonces será mejor cuando la unión de los seis haces vasculares entre las dos plantas sea rápida y completa.

Compatibilidad

Es la capacidad que tienen dos plantas diferentes para unirse y desarrollarse satisfactoriamente a lo largo de su ciclo de crecimiento como una planta compuesta. La compatibilidad está estrechamente relacionada con la afinidad taxonómica, pero tiene significativas excepciones. Los síntomas de incompatibilidad no suelen aparecer hasta que la planta injertada está bien desarrollada. Algunos problemas de incompatibilidad son:

  1. Alto porcentaje de fallos en el injerto
  2. Desarrollo excesivo de la unión, arriba o debajo de ella.
  3. Amarilleamiento, enrollamiento y falta de crecimiento del follaje.
  4. Muerte prematura de plantas.
  5. Diferencias marcadas en la tasa de crecimiento entre el patrón y la variedad.
  6. Ruptura por la unión de injerto.

A pesar de presentarse los síntomas descritos anteriormente, no necesariamente significa que existe una incompatibilidad; sino que puede ser una consecuencia de condiciones ambientales desfavorables (altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de incompatibilidad), presencia de enfermedades o una mala técnica de injerto. En las cucurbitáceas parece haber un mecanismo de reconocimiento celular, donde intervienen fitohormonas (liberadas por los tejidos lesionados), que afecta la actividad del cambium en la zona del injerto. También debe destacarse que un portainjerto puede ser compatible con algunas variedades de la especie vegetal, pero incompatible con otras.

Portainjertos empleados para la injertación de cucurbitáceas

Portainjertos para sandía. Los portainjertos que normalmente se utilizan en el caso de sandía pertenecen a estas especies: híbridos de cucúrbita (Cucurbita maxima x Cucurbita moschata), Lagenaria siceraria, Citrullus lanatus y Cucurbita moschata.

Portainjertos para melón. El comportamiento que puede presentar una variedad determinada puede variar con distintos portainjertos y, muchas de las veces, la combinación de un mismo portainjerto/variedad se comporta de forma distinta dependiendo del lugar y también entre ciclos de producción. Entre las especies de portainjertos de mayor utilización se encuentran: híbridos de cucúrbita, Cucumis melo, Benincasa cerífera. Otros posibles portainjertos para melón son: Cucurbita ficifolia, Cucumis metuliferus, C. zeyheriC. anguria. C. metuliferus es interesante por ser tolerante a nematodos.

Portainjertos para pepino. Se emplean híbridos interespecíficos de Cucurbita maxima x Cucurbita moschata y Cucurbita ficifolia. Similares a los utilizados en sandía y melón. Otra especie de sumo interés para pepino es Sycios angulatus, que además de tener un comportamiento a los dos mencionados, cuenta con resistencia a nematodos.

 

Cuadro 2. Características de los portainjertos utilizados en cucurbitáceas

Fuente: Ko, 1999, reportado por Lee, 2003; tomado de Huitrón, 2019.

 

Fusarium oxysporum

f. sp.

Nematodos

Meloidogyne

Tolerancia

Compatibilidad

en el injerto

Portainjertos

FON

FOC

FOM

FOL

incognita

hapla

Bajas

Temp

Sales

SA

ME

PE

Cucurbita maxima x Cucurbita moschata

AR

AR

AR

AR

S

S

AR

AR

AC

AC

AC

Cucurbita moschata

AR

AR

AR

LR

S

S

MR

MR

LC

AC

AC

Lagenaria siceraria

MR

AR

AR

S

S

S

LR

MR

AC

NC

AC

Sycios angulatus

AR

AR

AR

AR

S

AR

LR

LR

AC

MC

AC

Cucurbita ficifolia

MR

LR

MR

S

S

S

AR

AR

NC

NC

AC

Benincasa hispida

AR

MR

AR

AR

S

LR

LR

LR

AC

---

AC

Cucurbita pepo

AR

---

---

---

---

---

AR

---

AC

---

---

Cucumis metuliferus

AR

AR

AR

AR

S

MR

LR

---

AC

AC

AC

Citrullus lanatus

AR

AR

AR

---

---

---

---

---

AC

---

---

AR: altamente resistente; LR: limitada resistencia; MR: mediana resistencia; S: sensible. AC: altamente compatible; LC: limitada compatibilidad; MC: medianamente compatible; NC: no compatible.

 
 

Métodos de injertación en cucurbitáceas

Injerto de aproximación. Menor sensibilidad a las condiciones ambientales durante la fase de soldadura. No produce un detenimiento en el crecimiento de la variedad durante la soldadura del injerto, reflejando un ligero adelanto en la producción. Los pasos para llevarlo a cabo son:

  • Sembrar la bandeja de la variedad; se pregermina en cámara y a los 3-7 días, sembrar el portainjerto si es calabaza híbrida. Mantener en invernadero entre 14 a 32°C hasta la realización del injerto.
  • Injertar cuando en la variedad aparece la primera hoja verdadera (<5 mm) y la primera hoja del patrón tiene 10 mm.
  • Arrancar con raíz las plantas del portainjerto y de la variedad.
  • Eliminar el brote del portainjerto, dejando los dos cotiledones.
  • Hacer una incisión en el patrón, comenzando por debajo de los cotiledones, hacia la raíz, de 1-1.5 cm y hasta el centro del tallo.
  • Hacer un corte en la variedad, de abajo hacia arriba, comenzando 2 cm por debajo de los cotiledones.
  • Ensamblar portainjerto y variedad, sujetar con una pinza o cinta.
  • Colocar las dos plantas unidas en bandeja con alveolo de mayor volumen, separando algo los tallos de ambas plantas para facilitar el posterior corte de la variedad.
  • Llevar y mantener las plantas en invernadero con 22-30°C (25-26°C óptimo) de temperaturas y 80-90% de humedad relativa, en la cámara de prendimiento.
  • Ventilar progresivamente a partir de los 7-10 días.
  • Cortar tallo de la variedad a los 14-16 días, por debajo del injerto. Eliminar los rebrotes del portainjerto si hubiesen aparecido.
  • Trasplantar a los 25-30 días de la fecha en que se realizó el injerto.

Injerto de adosado. Es exigente en condiciones ambientales durante su proceso de soldadura porque ninguna de las dos plantas conserva su raíz. Por lo tanto, el enraizamiento del portainjerto y la soldadura del injerto se llevan a cabo simultáneamente. Esto permite obtener una planta compacta y fuerte que resiste en mayor medida la manipulación. El proceso para realizarlo es el siguiente:

Injerto de aproximación en cucurbitáceas.

Figura 2. En el injerto de aproximación las raíces del patrón o portainjertos y la variedad permanecen durante el proceso de soldadura.

Fuente: Victoria Huitrón, 2019.

  • Sembrar la variedad en bandeja y a los 3-7 días sembrar el portainjerto, si es calabaza. Germinar en cámara y mantener en invernadero con temperatura de 14-32°c.
  • Injertar a los 18-21 días. El portainjerto debe tener una hoja verdadera y la variedad una o dos. Es conveniente que el hipocótilo del portainjerto sea de 7-9 cm para facilitar las operaciones y la variedad quede a la altura conveniente.
  • Cortar el tallo del portainjerto por encima de la raíz. Posteriormente, en la cabeza realizar un corte en bisel de 45°, eliminando uno de los cotiledones y el brote terminal.
  • Cortar en bisel el tallo de la variedad a 2-3 cm por debajo de los cotiledones.
  • Ensamblar las dos plantas, uniendo perfectamente los dos cortes mediante una pinza.
  • Clavar el extremo inferior del tallo injertado en bandeja de alveolo grande, con sustrato muy húmedo.
  • Llevar a cámara de cultivo y mantener durante 6-8 días a 24-32°C y 85-95% de humedad relativa. Sombrear durante los primeros 4-6 días.
  • Retirar el sombreo y airear progresivamente a partir del 5°-6° día.
  • Trasplantar a los 15-20 días del injerto.

Injerto de púa. Este método ha sido sustituido por el de adosado. En el momento del injerto el patrón tiene raíz, pero la variedad no. Esta técnica de injertación tiene el siguiente procedimiento:

  • El portainjertos se siembra en la bandeja definitiva.
  • El injerto se realiza cuando ambas plantas tienen la primera hoja desplegando. Al portainjerto se le elimina la primera hoja y el brote terminal, junto con los axilares, para evitar el rebrote.
  • Entre los cotiledones se hace un corte hacia abajo, de 1-1.5 cm, terminando en L.
  • La variedad se corta en bisel 1-1.5 cm por debajo de los cotiledones y se incrusta en la hendidura del portainjerto.
  • La unión se fija con una pinza.
  • Como en el método de adosado, la planta injertada se lleva a la cámara de prendimiento, donde se deben mantener unas estrictas condiciones  de temperatura y humedad relativa.
Injerto de adosado en cucurbitáceas.

Figura 3. En el injerto de adosado el patrón  y  la variedad van sin raíz durante la unión.

Fuente: Victoria Huitrón, 2019.

  • Se sombrea durante unos días y se puede plantar a los 20-25 días.

Conclusión

La tendencia actual de reducir la dependencia de agroquímicos ha impulsado a que investigadores y productores generen alternativas para realizar una producción más eficiente y menor uso de sustancias químicas sintetizadas. En este sentido el injerto ha sido reconocido como una técnica muy eficaz, limpia y cuyo uso implica un nulo impacto ambiental. La revalorización del injerto en cucurbitáceas ha sido mayor después de la prohibición de muchos de los fumigantes del suelo como lo es el bromuro de metilo.

Cita correcta de este artículo 

INTAGRI. 2020. Injerto en Cucurbitáceas. Serie Hortalizas, Núm. 17. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p.

Literatura consultada

  • Miguel, A. y Camacho, F. s.f. Injerto del Melón. Publicaciones Poscosecha. Valencia, España. 34 p.
  • Miguel, A. 2011. El Injerto en cucurbitáceas: Melón, sandía y pepino. Poscosecha. Valencia, España. 16 p.
  • González, F. M.; Hernández, A.; Casanova, A.; Depestre, T.; Gómez, L. y Rodríguez, M. G. 2008. El injerto herbáceo: Alternativa para el manejo de plagas del suelo. Rev. Protección Veg. 23 (2): 69-74.
  • Camacho, F. y Fernández, E. J. 2000. El cultivo de sandía apirena injertada, bajo invernadero, en el litoral mediterráneo español. Caja Rural de Almería. Almería, España. 312 p.
  • Huitrón, R. M. V. 2019. Injerto de sandía melón y pepino. Curso sobre Producción de Plántula e Injerto en Hortalizas. Celaya, Gto., México.

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