Autor: Equipo Editorial INTAGRI
El apio (Apium graveolens) es una planta herbácea de la familia Umbelliferae. Es un cultivo de alto valor comercial y nutricional por sus hojas y tallos comestibles ricos en fibra dietética, vitaminas y minerales; además de ser considerado un buen diurético debido al alto porcentaje de agua. En México el apio se encuentra entre las 37 hortalizas más importantes. Los principales estados productores de apio son: Guanajuato, Sinaloa, Puebla y Baja California Norte.
Generalidades del cultivo
Sistema radical. Posee un sistema de raíz vertical, pivotante y fibroso, con numerosas raíces laterales que sirven para la absorción de nutrientes. Las raíces laterales del apio tienden a extenderse a distancias muy cortas, lo que brinda la oportunidad de trasplantar a distancias más reducidas entre plantas; las cuales pueden estar entre los 15 y 20 cm de distancia.
Tallos y hojas. Del cuello de la raíz brotan varios tallos herbáceos que alcanzan de 30 a 80 cm de largo. Las hojas son grandes, que brotan en forma de corona; mientras que el peciolo es muy grueso y carnoso, prolongándose en gran parte del limbo. Los peciolos son notablemente nervados, muy anchos en la base y constituyen la parte comestible.
Flores y frutos. Posee una inflorescencia denominada umbela compuesta, con flores pequeñas y blancas. Las flores tienen cinco pétalos, cinco estambres y dos pistilos. La polinización del apio es cruzada. Los frutos maduros son pequeños y secos, de apariencia cochosa. Las semillas o frutos maduros son muy pequeños, llegando a medir de 1.0 a 1.5 mm de longitud.
Requerimientos de clima
La temperatura para la germinación de la semilla es de 10 a 15 °C, con la cual emergen a los 10 días después de la siembra. Para la producción de plántulas en almácigo son necesarias temperaturas por encima de los 15 °C. Algunos productores recomiendan el aporte de estiércol para poder proporcionar calor a las camas de germinación.
El apio es una hortaliza de clima templado, que puede llegar a tolerar heladas muy ligeras. Debe contar con una temperatura media mensual de 16 a 21 °C para un buen crecimiento y desarrollo del apio. Cuando las temperaturas son mayores a los 25 °C y la planta se encuentra cerca de la madurez, esta detendrá su crecimiento y se producirá un sabor fuerte y amargo en la parte comestible.
Requerimientos de suelo y fertilización
El apio se desarrolla mejor en suelos arcillosos, ya que requiere de mucha humedad. En cuanto al pH, este cultivo está clasificado como levemente tolerante a la acidez, reportándose un pH ideal entre 6.0-6.8. Respecto a la salinidad, se le considera un cultivo con baja tolerancia a la misma.
Figura 1. El apio posee peciolos notablemente nervados. Foto: Intagri |
Sobre la fertilización del cultivo, además de los nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, el apio necesita el suministro de calcio, boro y magnesio principalmente. Las aplicaciones foliares dan buenos resultados para los aportes de calcio, boro y magnesio. Además, muchos productores recomiendan el uso de estiércoles para el aporte de nitrógeno y potasio.
Riego
Los requerimientos de humedad para el apio son elevados, por lo que los riegos pesados son usuales. Aunque en algunas ocasiones y solo en algunas variedades, pueden producir un ahuecado de peciolos como consecuencia de un exceso de humedad en el suelo. Cuando está en las primeras fases del desarrollo, el riego debe ser abundante y regular, ya que la plántula debe tener un crecimiento continuo. Se puede regar tanto por gravedad como por riego localizado o aspersión.
Se ha reportado que en ciclos de otoño-invierno en riego localizado se emplean unos 7,000 m3 de agua por hectárea. Mientras que en el ciclo de primavera se utilizan entre los 3,500 a 4,500 m3 por hectárea. En el ciclo de primavera es necesario el uso de cubiertas flotantes para evitar la inducción floral. Asimismo, si emplea acolchado negro debajo de la cubierta se puede acortar el ciclo entre 10 y 15 días.
Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2021. El Cultivo de Apio. Serie Hortalizas, Núm. 26. Artículos técnicos de INTAGRI. México. 2 p.
Literatura consultada
- Ramos, D. G. J. 2015. Principales Plagas y Enfermedades del Apio. Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. 82 p.
- BTSA. 2018. El Cultivo de Apio. Biblioteca Técnica Servicios y Almácigos, Chile. 13 p.
- INEGI. 2019. Cultivos Anuales de México: VII Censo Agropecuario. INEGI. 10 p.
- Ramírez, M. P.; Castellanos, Z.J.; Sánchez, G. P.; Galvis, S. Martinez, G. A.; Tijerina, Ch. L. 2003. Fertilización Nitrogenada y Patrón de Absorción Nutrimental del Apio en Fertirriego. Terra Latinoamericana. 21: 101-108.
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