Autor: Equipo Editorial INTAGRI
Las plantas aromáticas y medicinales (PAM) son un grupo extenso de plantas utilizadas por sus beneficios medicinales, saborizantes o aromatizantes; en el que destacan especies como la albahaca, anís, árnica, cilantro, comino, eneldo, epazote, flor de azahar, geranio, gordolobo, hierbabuena, jamaica, laurel, lavanda, manzanilla, mejorana, menta, orégano, perejil, pericón, romero, ruda, salvia, tarragón o estragón, tomillo, valeriana, vetiver, zacate limón, entre otras. Este grupo de plantas tienen como característica común un elevado contenido de sustancias o principios activos, con propiedades químicas, bioquímicas u organolépticas muy específicas, que permiten su uso con finalidades terapéuticas, aromáticas, gastronómicas, entre otras. Los principios activos que contienen este grupo de plantas son sintetizados por las plantas como metabolitos secundarios. Los principios activos encontrados en las PAM se pueden clasificar en tres grandes grupos: terpenos, fenoles y alcaloides. En función del tipo y cantidad de principios activos presentes en las plantas, se definirá su uso y se podrá clasificar como medicinales, aromáticas o condimentarias.
Comercialización y uso de las plantas aromáticas y medicinales
Actualmente el mercado de las PAM, se considera un negocio de nichos o especialidades. Las PAM se pueden comercializar en forma fresca o congelada, planta seca, aceites esenciales, extractos o esencias. La forma más usual es el formato en planta seca, que sirve tanto para plantas medicinales como para las plantas condimentarias. El formato en fresco o congelado es utilizado principalmente en plantas condimentarias. Los aceites esenciales, destilados por arrastre de vapor, se pueden destinar a aromaterapia si son de plantas medicinales, a aromatizantes alimentarios si se obtienen de plantas condimentarias y a la obtención posterior de esencias de perfumería a partir de plantas de esencias. Por su parte, los extractos se pueden destinar al sector medicinal o cosmético si se obtienen de plantas medicinales, o al sector alimentario si se obtienen de plantas condimentarias o plantas ricas en antioxidantes. Finalmente, las esencias se obtienen de plantas de esencias y corresponden a las principales materias primas de la industria de perfumería.
Figura 1. Las plantas aromáticas y medicinales, son un grupo diverso de especies que tienen una utilidad en los sectores medicinal y herbolario, alimentario y perfumero-cosmético. Foto: El Horticultor. |
El consumo de las PAM en los últimos años se ha incrementado, como consecuencia de un mayor interés de la sociedad por una vida más sana y por un mayor conocimiento de los principios activos que contienen las PAM, sus propiedades y posibles aplicaciones; lo que ha propiciado nuevas formas de consumo. El uso que tienen las PAM son diversos, utilizándose en sectores muy diferentes como son el medicinal y herbolario, alimentario y perfumero-cosmético. Otros sectores que presentan un potencial importante en el uso de PAM son el de tintes, insecticidas y fitorremediación de suelos.
Cultivo de las plantas aromáticas y medicinales
Elección de la especie. Para hacer una adecuada elección de la especie se deben tener en cuenta varios aspectos como: necesidades del mercado, características de la explotación, necesidades agronómicas y de procesado y disponibilidad de recursos (maquinaria, instalaciones, mano de obra, entre otros).
Plantación. Las PAM se pueden establecer mediante siembra directa (semillas o rizomas) o trasplante. La siembra directa es el método más barato, pero el más arriesgado; llevándose a cabo solo en aquellas especies en las que se tiene una semilla de buena germinación, rústicas, baratas y que son normalmente de cultivo anual. La siembra de rizomas se realiza en especies que no se pueden multiplicar por semilla y que por rizoma lo hacen fácilmente, como la menta y el estragón. El trasplante es más utilizado en cultivos que son multianuales, puesto que se asegura la instalación del cultivo a pesar de ser más costosa; además, este método se prefiere en especies con dificultad para la germinación, semillas de precio elevado o que requieren de mayores cuidados en su crecimiento en sus primeras etapas de desarrollo. El establecimiento de la plantación se recomienda realizar en primavera o al inicio del temporal de lluvias.
Marco de plantación. El marco de plantación se debe definir en función de la maquinaria que se utilizará para las labores de deshierbe, fertilización y cosecha. Al diseñar una plantación, se debe tener en cuenta que se puede hacer a una sola fila o filas múltiples. En caso de una sola fila, el distanciamiento normal entre filas va de 0.8 a 1.8 m y en filas múltiples la distancia mínima es de 0.4 m. El distanciamiento entre plantas dentro de la fila dependerá de su porte, recomendándose 0.4 m para especies pequeñas (tomillo, menta, hipérico, entre otras) y hasta 0.8 m para especies de mayor porte (equinácea, hierba luisa, salvia, entre otras).
Figura 2. El cultivo de PAM se puede hacer a una sola fila o filas múltiples. Foto: Cristóbal-Cabau et al., 2006. |
Control de malezas. El control de malezas comienza con medidas preventivas como es la rotación de cultivos, mantener limpias las orillas del terreno, evitar excesos de riego y fertilización, procurar emplear estiércoles maduros o compostados. El control de malezas una vez que está establecido el cultivo se puede hacer de forma mecánica o manual entre líneas y entre plantas. Entre líneas se pueden emplear un motocultor o mediante la escarda. Entre las plantas conviene hacerlo de forma manual por la distancia que existe entre ellas. Para reducir las necesidades de mano de obra se puede utilizar acolchado plástico u orgánico sobre las líneas, procurando que no dificulte el desarrollo de la planta o su cosecha. El uso de herbicidas queda restringido a especies no sensibles y deberán aplicarse en el periodo oportuno y respetando las dosis de aplicación.
Riego. Las PAM por lo general son especies poco exigentes de agua y la aportación de agua en forma de riegos hará que se incremente el rendimiento para cualquiera de ellas. Especies como la salvia, lavanda, tomillo, ajedreas, romero, entre otras con 500 a 600 mm repartidos en su periodo vegetativo pueden llegar a doblar el rendimiento convencional. Otras especies como azahar, albahaca, milenrama, perejil, menta, eneldo, estragón o la equinácea, necesitan entre 700 a 800 mm en su periodo vegetativo. La mejor manera para manejar la humedad del suelo es mediante sensores de humedad que nos permitan mantener un nivel suficiente de agua en el suelo sin caer en excesos para evitar el riesgo de una posible pérdida en la productividad del cultivo. El sistema de riego localizado o por goteo es la mejor opción para aprovechar eficientemente el agua. El riego se puede iniciar en los meses de abril y mayo e intensificarse después de cada corte, evitando regar por lo menos dos días antes de la cosecha.
Figura 3. El acolchado plástico ayuda a reducir la mano de obra para el control de malezas. Foto: Cristóbal-Cabau et al., 2006. |
Fertilización. La mayoría de especies de PAM crecen bien a pH de 5.5 a 7.5 y en suelos de texturas francas. Previo a la plantación deberá realizarse un análisis de suelo y agua, con el propósito de conocer la fertilidad del suelo y la calidad de agua que se aplica al cultivo. Estos análisis ayudan a saber si son o no necesarias enmiendas al suelo para mejorar su fertilidad y también en la formulación de programas de fertilización. En el Cuadro 1 se recopilan algunas recomendaciones de fertilización para algunas PAM. Como parte del programa de fertilización en las PAM se puede considerar la aplicación de composta o estiércol maduro dos o tres meses antes de la plantación a razón de 10 a 15 ton/ha, con el propósito de mejorar la fertilidad del suelo en el mediano y largo plazo.
Cuadro 1. Recomendaciones de fertilización en plantas aromáticas y medicinales (PAM). Fuente: Fichas técnicas de ITEIPMAI, citado por Cristóbal-Cabau et al., 2006. |
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Especie |
Fertilización (kg/ha) |
Observaciones |
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Nitrógeno |
Fósforo |
Potasio |
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Alucema (Lavandula latifolia) |
45 |
30 |
70 |
Poco exigente en nutrimentos. Crece en terrenos pobres. |
Estragón (Artemisia dracunculus) |
70 al inicio. 30-40 en cada corte. |
30 |
70 |
Fósforo y potasio en el invierno. Nitrógeno en periodo vegetativo y en cada corte. |
Tomillo (Thymus vulgaris) |
75-80 |
50-60 |
100-120 |
La aportación de nitrógeno es anual. Fósforo y potasio no hacen falta. |
Hinojo (Foeniculum vulgare) |
60-80 |
150 |
120 |
Exigente en fósforo |
Lavanda (Lavandula angustifolia) |
52 |
14 |
43 |
Poco exigente en nutrimentos. Crece en terrenos pobres. |
Mejorana (Origanum majorana) |
52 |
14 |
43 |
Los requerimientos de nutrimentos varían en el ciclo de cultivo |
Menta (Mentha x piperita) |
100-120 al inicio 60 tras el primer corte. |
100 |
260 |
La aportación de nutrimentos se debe renovar anualmente. |
Milenrama (Achillea millefolium) |
80-100 |
80-100 |
100-120 |
|
Orégano (Origanum vulgaris) |
120-150 |
80-120 |
100-120 |
|
Hipérico (Hypericum perforatum) |
60-80 |
40-60 |
80-100 |
Se recomienda una aportación de materia orgánica. |
Ajedrea (Satureja montana) |
60-70 |
50-60 |
80-100 |
Tener presente el resultado del análisis de suelo. |
Salvia (Salvia officinalis) |
70-80 más 30 después del primer corte. |
80-100 |
80-100 |
La aportación de nutrimentos es anual a finales del invierno. |
Melisa (Melissa officinalis) |
60 primer año; 80 en primavera y 60 tras primera cosecha. |
100-120 |
120-150 |
Se recomienda una aportación de materia orgánica. |
Valeriana (Valeriana vulgaris) |
40-50 |
60-80 |
100-120 |
Exigente en potasio. |
Cosecha. La duración productiva dependerá de la especie establecida y la intensidad de la producción. Algunas especies llegan a tener un ciclo de 2 a 3 años (milenrama, menta, equinácea, hipérico, estragón y albahaca) hasta los 4 a 5 años (tomillo, orégano, melisa, salvia y ajedrea), incluso algunas especies como el romero y la lavanda llegan a los 8 o 9 años. También existen cultivos anuales como el hinojo, eneldo, comino, albahaca, perejil, anís, entre otras. Según sea la especie y las condiciones, se pueden dar 1, 2 o 3 cortes por año. El momento de la cosecha dependerá de la parte que se aprovechará de la planta. Cuando se aprovecha la hoja, la cosecha deberá ser, por lo general, antes de la floración. Las especies utilizadas para la obtención de aceites esenciales se deben recolectar cuando se encuentran en el punto de máxima floración. Si lo que se aprovecha es la semilla, está debe estar totalmente madura y si lo que se aprovecha es la raíz deberá colectarse en el periodo de reposo vegetativo. La cosecha se puede hacer de forma manual o mecanizada y una vez que se tenga el producto deberá trasladarse rápidamente al lugar donde será secado o procesado.
Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2021. Cultivo de Plantas Aromáticas y Medicinales. Serie Hortalizas, Núm. 30. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 5 p.
Literatura consultada
- Cristóbal-Cabau, R.; Fanlo-Grasa, M.; Melero-Vilella, R.; Moré-Palos, E.; Muntané-Raich, J. 2006. Las Plantas Aromáticas y Medicinales. Dossier Técnic: Formación y Asesoramiento al Sector Agroalimentario. N° 13. 3-7 p.
- Cristóbal-Cabau, R.; Fanlo-Grasa, M.; Melero-Vilella, R.; Moré-Palos, E.; Muntané-Raich, J. 2006. El Cultivo Agrícola de las PAM. Dossier Técnic: Formación y Asesoramiento al Sector Agroalimentario. N° 13. 9-13 p.
- Juárez-Rosete, C. R.; Aguilar-Castillo, J. A.; Juárez-Rosete, M. E.; Bugarín-Montoya, R.; Juárez-López, P.; Cruz-Crespo, E. 2013. Hierbas Aromáticas y Medicinales en México: Tradición e Innovación. Revista Bio Ciencias, 2(3): 119-129.
- Jasso-Chaverria, C.; Gámez-Vázquez, H. G. s.f. Tecnología de Producción de Plantas Medicinales y Aromáticas. INIFAP. Ficha Tecnológica por Sistema Producto. 2 p.
- Cristóbal, R.; Moré, E. 2013. Cultivo Ecológico de Plantas Aromáticas y Medicinales. N° 12. Revista Ae. 46-48 p.
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