Octubre de 2018
Autor: Equipo Editorial INTAGRI
Por varias décadas se ha aceptado que en la producción animal, la nutrición en rumiantes, se refleja en la condición corporal del animal y es atribuida al consumo de energía, el consumo y el tipo de proteína demostrando tener una influencia en las respuestas productivas y reproductivas de los animales. El ganado en México se explota en su mayoría bajo sistemas de producción en pastoreo.
Los forrajes presentan los siguientes compuestos nitrogenados: 1) Compuestos solubles, principalmente aminoácidos libres, amidas, nitratos, aminas y ácidos nucleicos, 2) Compuestos no degradables en el rumen pero digestibles en el intestino, 3) Compuestos insolubles pero degradables en el rumen, principalmente nitrógeno proteico, 4) Compuestos nitrogenados indigestibles ligados a la lignina. La proporción de cada una de estas fracciones depende de la variedad, estacionalidad, entre otros factores.
La proteína cruda de los forrajes se divide en proteína verdadera y nitrógeno no proteico (NNP); la proteína verdadera de los forrajes constituye del 60 % al 80 % del nitrógeno total, el resto está conformado por el NNP soluble y por pequeñas cantidades de nitrógeno lignificado. La proteína cruda es uno de los componentes más variable en las pasturas, los factores que inciden sobre el valor nutritivo modificarán notoriamente el contenido de proteína. Las proteínas foliares se concentran principalmente en los cloroplastos, a su vez el 40 % de estas proteínas cloroplásticas están constituidas en su mayoría por la fracción 1 ó ribulosa 1- 5 difosfato carboxilasa. Los constituyentes no proteicos representan de un 20 a un 35 % del nitrógeno total.
El valor nutritivo de las pasturas, se puede medir como la capacidad para aportar los nutrientes requeridos por el animal. En condiciones de pastoreo las pasturas aportan todos los nutrientes que el animal necesita, aunque debido a su producción estacional marcada, existen momentos durante el año en que los animales no ven cubiertos sus requerimientos. Pero si las demandas son mayores, las proteínas, carbohidratos solubles y minerales de las pasturas se tornan limitantes, ya sea en cantidad como en el balance de los nutrientes aportados.
Contenido de proteína y digestibilidad
El contenido de proteína cruda de las gramíneas puede variar entre 3% en una gramínea tropical y muy madura hasta más de 30% en una pastura de clima templado. En términos generales, el contenido de pared celular está inversamente relacionado con el contenido de proteína, el contenido de celulosa suele ser de 20 a 30% de la materia seca, en tanto que las hemicelulosas pueden variar entre 10 y 30 %.
Los carbohidratos solubles de las gramíneas incluyendo fructanos y azúcares como la glucosa, fructosa, sacarosa, rafinosa y estaquiosa, tienen un contenido es muy variable y puede variar entre 2.5 y 30 % de la materia seca. Los compuestos nitrogenados más importantes de las gramíneas se encuentran en forma de proteína.
La degradación ruminal de los compuestos nitrogenados de las gramíneas suele ser elevado en forrajes inmaduros aunque descienden a medida que los forrajes maduran. El contenido de nitrógeno no proteico varía con el estado fisiológico de las plantas, cuanto más favorables son las condiciones para el crecimiento, mayor es el contenido en nitrógeno no proteico y en nitrógeno total.
Las leguminosas, desde el punto de vista nutritivo, tienen mayor contenido que las gramíneas referente a nitrógeno y minerales principalmente calcio y magnesio. Presentan un menor contenido de pared celular cuando se las compara, en etapas de madurez equivalentes, con las gramíneas.
En relación al contenido de proteína cruda, las leguminosas tropicales presentan un rango de valores similar a las leguminosas templadas. El valor medio en leguminosas tropicales es de 16.5 % con un rango de 6 a 30%. En gramíneas, una proporción del 53% de gramíneas tropicales, presentan valores de proteína inferiores a 9%, mientras que el 32% de las templadas contienen valores inferiores a 9%.
En referencia a los valores de digestibilidad, las leguminosas tropicales presentan en promedio, 56% de digestibilidad con un rango que varía entre 30 y 76%, comparando con un valor medio para templadas de 61%. Las gramíneas templadas presentan mayor digestibilidad 68.2 % con respecto a las tropicales 55.4 5% (en promedio). Las leguminosas y las gramíneas templadas tienen menor contenido de pared celular y la composición de esa pared celular presenta menor contenido de lignina que las leguminosas y gramíneas tropicales, por lo que en general, las especies templadas tienen mayor valor nutritivo que las tropicales, presentando mayores valores de digestibilidad y consumo voluntario, así como un mayor porcentaje de proteína cruda y otros nutrientes.
Figura 1. Concentración de los componentes de las gramíneas forrajeras. Fuente: JICA 2016. |
Requerimiento proteico en la dieta del rumiante
El NRC, publica los requerimientos nutricionales para rumiantes y considera requerimientos independientes, uno para los microorganismos y otro para el animal; además, el sistema de proteína metabolizable considera la degradabilidad ruminal de la proteína.
Se enfatiza uno de los cambios más significativos de los requerimientos; es el cambió de proteína cruda a proteína degradable y proteína metabolizable. Entendiendo como proteína degradable a la proteína disponible para los microorganismos ruminales, mientras que la proteína metabolizable es la proteína utilizada por el animal, siendo la proteína consumida por el animal, la suma de la proteína bacteriana digestible producida en el rumen y la proteína no degradable.
El requerimiento de proteína se puede dividir en dos: Consumo de proteína degradable, el cual es utilizado para cubrir el requerimiento de los microorganismos y consumo de proteína no degradable, como la proteína de escape ruminal y es utilizada por el animal a nivel del intestino delgado junto con la proteína microbiana que llega del rumen. El NRC (1996), señala que la proteína cruda bacteriana puede aportar hasta el 50% del requerimiento de proteína metabolizable del bovino productor de carne.
Es difícil determinar cuándo se incrementa el consumo de energía con la suplementación proteica, si el incremento en la ganancia de peso es el resultado del incremento de proteína metabolizable o de energía neta para ganancia (ENg).
Suplementación Proteica
Es importante la suplementación en la dieta de los rumiantes ya que una deficiencia de cualquier nutrimento puede disminuir la síntesis de proteína microbiana en el rumen, el pasaje de aminoácidos al intestino delgado y la producción de leche o ganancia de peso, y que los dos factores nutricionales más frecuentemente limitantes son la energía y la proteína.
El valor de una fuente proteica suplementaria en las dietas de rumiantes, radica en su aporte de nitrógeno degradable a nivel ruminal para la síntesis de proteína microbiana y en su aporte de aminoácidos disponibles en el intestino, debido a que son las limitantes del crecimiento y la producción de leche, por lo que es importante administrar proteína adicional a la proteína microbiana.
La suplementación con proteína de baja degradabilidad ruminal debe aportar aproximadamente el 50% de la proteína dietaria total y proveer el 50 % o más de la proteína dietaria total en forma de proteína suplementaria de baja degradabilidad.
El cambio de peso en las vacas en pastoreo en pastizales nativos, es dependiente de la calidad de la proteína proveniente del pastizal y la adición de proteína sobrepasante puede disminuir la pérdida de peso e incrementar el porcentaje de vacas servidas al inicio del empadre. La proteína de sobrepaso proporcionada después del parto puede actuar más como un catalizador de la actividad metabólica y hormonal, que como un satisfactor del requerimiento para la producción de leche y ganancia de peso.
La suplementación de las dietas de engorda con proteína degradable para satisfacer los requerimientos de nitrógeno de los microorganismos, puede realizarse también con nitrógeno no proteico (NNP), el uso de la urea, por ejemplo, provee amonio disponible a nivel ruminal para la síntesis de proteína microbiana y constituye una alternativa económica como fuente de proteína natural.
Cita correcta de este artículo
INTAGRI. 2018. Valor Nutritivo De Los Forrajes Y Su Relación Con La Nutrición Proteica De Rumiantes. Serie Ganadería, Núm. 05. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 5 p.
Fuentes Consultadas
Agencia de Cooperación Internacional del Japón. 2016. Instituto nacional tecnológico, Nicaragua. Manual de Nutrición animal.
Agencia de Cooperación Internacional del Japón. 2016. Instituto nacional tecnológico, Nicaragua. Manual de pastos y forrajes.
Ceballos M.A. 2016. Urea en leche: uso, interpretación y relación con la proteína láctea. International Seminar on Milk and Meat Competitiveness, At Medellin, Antioquia.
González C.C. 2014. Nutrición animal. Universidad de Belgrano, Buenos Aires, Argentina.
Mejía J.H.; Mejía I.H. 2007. Nutrición proteica de bovinos productores de carne en pastoreo. Acta Universitaria, 17 (2) pp. 45-54.
Trujillo A.I.; Uriarte G. 2008. Valor nutritivo de las pasturas. Facultad de Agronomía, Universidad de la república. Uruguay.
muy buena informacion