La poda en arándano es una práctica que consiste en eliminar total o parcialmente partes de la planta. El propósito de la poda es formar una planta con 8 a 10 ramas productivas. Sin embargo, la poda también busca promover el crecimiento de madera nueva, controlar el tamaño de la planta y procurar una producción regular y de calidad.
El omitir esta práctica ocasiona un debilitamiento de ramas y brotes, debido al exceso de estas estructuras; otra consecuencia de no realizar poda es la falta de ramas de renovación que permitan prolongar la vida productiva del cultivo. Todo lo anterior, por supuesto causa un envejecimiento prematuro de la planta, una merma en la producción, así como una mayor susceptibilidad al ataque de plagas y enfermedades.
Figura 1. Planta de Arándano Fuente: San Martín, 2012. |
Tipos de poda
El tipo de poda a realizar en el cultivo de arándano dependerá del estado fenológico en el que se encuentre la planta:
Figura 2. A-poda de formación, B- formación finalizada. Fuente: San Martín, 2012 |
Poda de formación. La poda de formación deberá asegurar un número adecuado de ramas para darle estructura a la planta y una entrada temprana a producción. En los dos primeros años de la plantación se deben eliminar las yemas florales y ramas con aspecto delgado y débil, con el fin de favorecer el desarrollo y crecimiento de brotes vegetativos vigorosos. El objetivo es lograr el desarrollo de brotes que mantengan un equilibrio entre la producción del follaje y la fruta en años subsecuentes.
Poda de producción. Consiste en eliminar todos los brotes que produjeron fruta la temporada anterior, así como brotes cruzados, ramas viejas improductivas y enfermas, mejorando la aireación y la entrada de luz hacia el interior de la planta. De igual forma, se deben cortar los brotes largos y/o delgados, los cuales producirán frutos de bajo calibre y que con el peso de la fruta caerían. La recomendación es rebajar a una altura de 50 cm sobre el suelo, dejando 2 o 3 ramas principales por planta para formar nuevos brotes vigorosos.
Poda en verde. Se realiza durante primavera y verano cuando tiene follaje verde y brotes en crecimiento activo; sin embargo, la capacidad de respuesta al despunte depende de la época y de la condición de la yema, ya que al inicio de la temporada existe una mayor capacidad de brotación, la cual se va reduciendo con el tiempo. La velocidad con la que ocurra la brotación dependerá de la variedad y zona de cultivo. Con este tipo de poda se logra estimular la emisión de brotes laterales anticipados, es decir, aquellos que brotan de yemas formadas en la misma temporada que la rama de la que provienen, además de eliminar la parte de la rama que ya produjo. Otros beneficios de la poda en verde es que nos permite estructurar la forma de la planta, inducir la brotación de yemas florales bajo el corte y ajustar el número de ramas o brotes por planta como reemplazo de la poda invernal.
Figura 3. Poda en verde, despunte de ramilla que ya produjo. Fuente: San Martín, 2012. |
Poda invernal. Se realiza cuando la planta está en letargo, desde que comienzan a caerse las hojas hasta un poco antes que las yemas comiencen a hincharse. Se debe tener en consideración que podas intensas inducen pocos brotes pero de gran vigor, por otra parte podas leves o “despuntes” inducen una mayor cantidad de brotes aunque de menor longitud. En el cuarto año de producción las ramas viejas y con brotes laterales débiles se deben eliminar, procurando dejar las ramas más nuevas, siempre y cuando se encuentren distribuidas uniformemente en la planta. Por otro lado, las ramas no debe tener más allá de 8 yemas, debido a que un número mayor ocasiona que se reduzca el calibre potencial de los frutos, así mismo se retrasa la maduración de la fruta. El número de ramas productivas no debe ser mayor a 10
Figura 4. Poda de rejuvenecimiento. Fuente: San Martín, 2012. |
Poda de rejuvenecimiento. Utilizada cuando se tenga que revigorizar la planta de arándano como consecuencia de haber dejado de podar o por realizar una poda muy suave. Lo anterior provoca que se produzcan brotes cortos o que no exista brotación alguna de ramas, además de la producción de fruta pequeña. La época recomendada para realizarla es durante el invierno. Este tipo de poda puede llevarse a cabo de 3 distintas formas:
- Poda de cañas a ras de suelo. Este tipo de poda se recomienda en situaciones extremas donde la renovación que se requiere es completa.
- Poda de cañas a media altura. Responde a la necesidad de renovación total, pero aprovecha mejor la estructura existente de la planta y reduce el tiempo para restablecer el nivel productivo original en relación a la anterior.
- Poda mixta: Se rebajan a media altura de 2 a 3 ramas viejas de la planta, pero se deja en producción el resto de las ramas. Este tipo de poda demora más tiempo en producir los efectos deseados y se realiza en periodos de 2 a 3 años, aunque normalmente no disminuyen los niveles productivos como las dos anteriores.
Sin duda, otros factores tales como el porcentaje de brotación de yemas, la polinización, el riego, la nutrición, las plagas y enfermedades, así como la ocurrencia de heladas y lluvias, entre otros, son factores que también afectan el resultado productivo final; sin embargo, con una poda adecuada podemos tener un punto de partida para obtener buenas producciones y altos rendimientos.
Fuentes consultadas
Bañados, M.P; Donnay, D; Uribe, P. 2007. Poda en Verde en Arándanos. Revista Agronómica Forestal. Nº 31. 4 p.
San Martín, J. 2012. Manejo de la Poda en Arándanos. Revista Frutícola. COPEFRUT.S.A. Nº 3. 52p
Undurraga, P; Vargas, S. 2013. Manual del Arándano. Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA, Centro Regional de Investigación Quilamapu. Chillán, Chile. Boletín INIA N° 263. 120 p.