Dr. Ernesto Cervantes
La soya es uno de los cultivos más expandidos a nivel mundial en los últimos años, tomando importancia en muchos países que hace medio siglo no lo conocían o bien se cultivaba en un área incipiente, como el caso de Argentina. Este último, Estados Unidos y Brasil en conjunto aportan actualmente más del 70 % de la producción mundial como resultado de cultivar cerca de 80 millones de hectáreas anuales y obtener 240 millones de toneladas de grano.
Lo anterior es posible con el empleo de variedades de soya más eficientes, producto del mejoramiento genético específico para diferentes latitudes dentro del mismo país y la aplicación de tecnologías innovadoras de la producción tales como eficiente control de plagas, enfermedades y malezas, así como mejores sistemas de labranza, rotaciones de cultivo y fertilizantes apropiados. Indudablemente el uso de maquinaria más eficiente y la aplicación oportuna de insumos y mayor dinámica en la comercialización han sido factores también importantes.
Figura 1. Cultivo de soya de alto rendimiento. Foto: Osorio, 2015. |
La búsqueda de nuevas formas de cultivo para incrementar el potencial de rendimiento ha sido un objetivo constante en el desarrollo tecnológico para esta oleaginosa en esos países, donde el rendimiento promedio es de 3 t/ha; sin embargo, existen áreas donde se produce con rendimientos cercanos al doble. Incluso se han registrado rendimientos muy superiores como es el caso del agricultor Kip Cullers del estado de Missouri, USA, quien en 2010 estableció el record de producción de soya, obteniendo 10.8 t/ha, lo cual da idea del potencial que posee la especie para producir grano, muy por encima de las 3 t/ha promedio. Cullers indica que la tecnología empleada para obtener ese nivel de producción incluye riego, altas densidades de población, control de organismos dañinos y alta fertilización N-P-K con micronutrientes.
Figura 2. En 2014 se estableció el nuevo record mundial de rendimiento en soya, con 14.4 t/ha. Foto: Osorio, 2015. |
El área de siembra de soya en México ha disminuido notablemente en los últimos 25 años, manteniéndose entre 150 y 200 mil hectáreas. Aun cuando la productividad promedio es de 1.5 t/ha nacional, también hay pequeñas áreas en la región de las Huastecas (Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí) y en Chiapas donde se ha logrado obtener hasta 4 t/ha de grano. Estos rendimientos han sido producto de aplicación eficiente de la tecnología disponible; sin embargo, esta no se aplica en la mayor parte del área sembrada.
Existen fuertes limitantes de tipo tecnológicas y de organización de la producción para aspirar a más altos rendimientos como los obtenidos por Cullers; sin embargo, analizando el ambiente de producción actual de soya en las huastecas, así como de los recursos genéticos y de información tecnológica disponible para soya de alto rendimiento en USA y Brasil, se plantean las innovaciones tecnológicas que deberán de realizarse para estar en posibilidades de obtener al menos 4 a 5 t/ha de soya en el mediano plazo (5 a 7 años), y de 6 a 8 t/ha en un lapso mayor de 10 a 12 años.
Figura 3. Dr. Ernesto Cervantes. Será profesor del curso online “Producción de Soya de Alto Rendimiento”. El próximo 13 de abril de 2016. |